Estos comicios son “los más importantes desde 1979 porque la Unión Europea se enfrenta a un riesgo existencial”, afirmó el mandatario de 41 años, elegido en 2017, en una entrevista con diarios regionales franceses. Por lo tanto, no puedo “ser un espectador, sino un actor de esta elección”, añadió este europeísta, quien ha estado en primera línea en la campaña para estas elecciones en las que se escogerán a los representantes del Parlamento Europeo.
“Si, como jefe de Estado, dejo que se disloque la Europa que construyó la paz, que trajo prosperidad, tendré una responsabilidad ante la historia”, apuntó. Pero la oposición estima que el presidente no tiene por qué tomar partido en la contienda europea, porque rompe con el equilibrio institucional, y sus partidarios temen que su implicación acarree consecuencias políticas para él, si la lista de su partido no obtiene los resultados que espera.
La lista centrista avanza casi empatada hacia los comicios del domingo con la de la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen, que espera vencer a Macron tras haber perdido contra él el balotaje de las presidenciales de 2017. El lunes, tras reunirse con el primer ministro socialista portugués Antonio Costa, Macron llamó a “construir una gran coalición de progresistas” para vencer a “aquellos que quieren destruir Europa a través del nacionalismo”.
Las elecciones se perfilan como un enfrentamiento entre partidos populistas europeístas y euroescépticos, pero las encuestas de opinión muestran que la abstención podría superar el récord del 57% de los anteriores comicios europeos de 2014.
“Decidir no votar significa decidir dar voz a quienes quieren destruir Europa”, sostuvo Macron. “Es lo que ocurrió hace tres años con los británicos para el Brexit. Para expresar su opinión, sea cual sea, ¡es el 26 de mayo o nunca!”, advirtió Macron.