Luz verde inicial a propuesta de árabe obligatorio en las escuelas de Israel

JERUSALÉN. En medio de la creciente tensión entre israelíes y palestinos, el Parlamento de Israel ha aprobado una propuesta para que el árabe se convierta en lengua obligatoria de estudio a partir de los 6 años en el país.

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El plenario votó a finales de octubre a favor del proyecto legislativo en primera lectura, tras un inusual debate acerca de cuáles deben ser las razones para que el árabe, una de las lenguas oficiales del país, sea una asignatura obligatoria y no pendiente en el currículo israelí.

Su promotor, Oren Hazan, diputado del partido conservador Likud del primer ministro, Benjamín Netanyahu, cree que la lengua debe ser enseñada a todos los escolares israelíes con la esperanza de que sirva para mejorar las relaciones entre la mayoritaria comunidad judía y la minoría árabe -de origen palestino- que habita el país.

“Cuando aprendes la lengua del otro entiendes su cultura y es más fácil entenderle. Y si aprendemos a conocernos los unos a los otros será más fácil vivir aquí juntos”, sostiene partiendo de una premisa tan sencilla como novedosa en un estado que vio la luz hace 67 años.

Además de subrayar que es una lengua imprescindible en una región habitada por decenas de millones de árabe-parlantes, el legislador defiende que, en el actual estado de cosas, el conocimiento mutuo de las lenguas debe conducir a rebajar suspicacias y malentendidos.

“Cuando un israelí (judío) escucha a alguien hablar en árabe en el autobús, por ejemplo, enseguida le provoca temor. Debemos conocer la lengua del otro para comprender que también habla de fútbol, de cosas cotidianas y espantar las falsas creencias”, apostilla a Efe.

Descendiente de judíos procedentes de Túnez y Marruecos y él mismo estudiante de árabe coloquial,

Hazan arguye que esta lengua es un legado cultural vinculado a muchas familias judías procedentes del mundo árabe, que se está difuminando pues las nuevas generaciones no la dominan. Rescatando ese bagaje cultural se pronunció en el debate previo a la votación la diputada árabe Hanín Zoabi, del partido Balad, que integra la Lista Árabe Unida, tercera fuerza parlamentaria.

Defendió, paradójicamente en hebreo, que el árabe no sólo debe ser enseñado en los centros judíos porque es una lengua oficial, sino que debía incluirse en el currículo porque “también forma parte de la cultura judía”.

Los denominados árabes israelíes son descendientes de los palestinos que quedaron en sus poblaciones cuando se estableció el Estado judío en 1948, cuentan con ciudadanía israelí y representan en torno al 20 por ciento de la población.

Tanto el árabe como el hebreo son lenguas oficiales en Israel, pero, pese a que la mayor parte de los árabes con ciudadanía israelí hablan el hebreo, el árabe en cambio no está extendido entre la población judía y apenas la hablan algunos académicos, periodistas, militares y veteranos descendientes de judíos de países árabes. Ambas lenguas aparecen en señales de carreteras e instituciones públicas, así como oficinas gubernamentales y documentos oficiales.

Sin embargo, el árabe apenas se escucha en los debates parlamentarios, pues la mayoría de los diputados árabes prefieren que el resto de legisladores les entiendan en hebreo sin necesidad de que medie una traducción, idioma que suelen hablar con fluidez.

Asimismo, en el país el árabe debe estudiarse al menos tres horas lectivas a la semana a partir del séptimo curso y hasta décimo en escuelas judías, pero aún hay muchos centros educativos en los que no se imparte, señala el medio digital Times of Israel.

En paralelo, pese a que el hebreo es lengua vehicular y es estudiada en los centros educativos árabes durante varios años, muchos estudiantes de esta comunidad se ven con dificultades a la hora de hablarlo o escribirlo correctamente, según evidenció un reportaje difundido por el Canal 10 de la televisión israelí.

La enseñanza del árabe forma parte del programa de centros bilingües que defienden la coexistencia entre los dos pueblos, así como de programas educativos piloto y planes de estudios diseñados en coordinación con el Ejército, al objeto de incluir a los alumnos más aventajados en unidades de inteligencia.

El diputado Ayman Odeh, representante de la Lista Árabe Unida dijo a Efe “apoyar plenamente la iniciativa”, pero señaló que “tristemente no parece que el Gobierno vaya a ir hasta el final”.

De momento, cuenta con el visto bueno del titular de Educación, el utranacionalista Naftalí Bennet, y debe ahora ser estudiada en una comisión parlamentaria antes de regresar a la Cámara para su segunda y tercera lecturas, que le otorguen luz verde final.

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