Lula “tomó una decisión importante, que fue retirar el pedido de una medida cautelar que pedía su libertad”, anunció la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, tras visitar a Lula en la cárcel de Curitiba (sur), donde el líder de la izquierda purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción.
Los abogados explicaron que el recurso se limitaba a solicitar al Supremo tribunal Federal (STF) la suspensión provisional de la ejecución de la pena de Lula hasta que este agote todos los recursos legales, sin abordar la cuestión de sus derechos políticos. El PT oficializó la candidatura de Lula el sábado y pretende inscribirla el 15 de agosto, último día del plazo legal, en un marco de movilizaciones en apoyo de su dirigente histórico, que lidera los sondeos con casi un tercio de las intenciones de voto.
Según la legislación brasileña, una persona condenada en segunda instancia está inhabilitada para presentarse a cargos electivos. Pero considerando que el TSE debe tomar algunos días para pronunciarse, Lula ganaría de ese modo tiempo de campaña, y aún podría disponer de recursos ante el STF si la justicia electoral impugna su candidatura.
Todo ese escenario quedaría desbaratado si el STF, al discutir el recurso de excarcelación, abordase también la cuestión de la elegibilidad de Lula. Y si determinara que es efectivamente inelegible, el exmandatario (2003-2010) se quedaría sin recursos legales disponibles.
Condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero y confrontado a otras cinco causas judiciales, Lula se declara inocente en todas. Hoffmann dijo que Lula “está animado” y ratificó que será candidato “hasta las últimas consecuencias”.
El abogado y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, designado el domingo como candidato a vicepresidente de Lula, indicó que el PT pedirá que el expresidente pueda participar en los debates electorales.