Miles de brasileños se manifestaron hoy en varias ciudades del país en ocasión del Día Internacional contra la Corrupción, en el que pidieron más “mano dura” y celebraron las recientes condenas de influyentes políticos por escándalos ocurridos durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva.
En Brasilia, los organizadores de la manifestación convocaron a una carrera de diez kilómetros por la céntrica Explanada de los Ministerios, en la que se sitúan todos los edificios del poder público, incluido el Supremo Tribunal, que condenó a 25 políticos y empresarios por las corruptelas denunciadas en 2005.
Muchos de los participantes, que según calculó la policía eran unos 1.200, expresaron su apoyo al Supremo con carteles y cánticos, en los que instaron a los magistrados a seguir siendo “duros” e “intransigentes” con la corrupción.
“Estamos celebrando los avances consistentes que se han visto en la lucha contra la corrupción, pero también queremos que esa lucha no cese y que se profundice”, declaró a periodistas Ziller Henrique, funcionario del Tribunal de Cuentas y uno de los organizadores de la carrera.
Las manifestaciones contra la corrupción se repitieron en Sao Paulo y en otras capitales regionales, en las que la tónica fue también el apoyo al Supremo y la celebración por el resultado del llamado “juicio del siglo”.
En ese proceso, que comenzó el pasado 2 de agosto, la corte consideró probado que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) tejió en 2002 una red de corruptelas que permitió financiar campañas y sobornar a dirigentes de cuatro partidos para “comprar” la mayoría parlamentaria que Lula no había logrado en las urnas.
El juicio tuvo 37 acusados, de los cuales 25 fueron declarados culpables, entre ellos el exministro de la Presidencia José Dirceu, el expresidente del PT José Genoino y el antiguo tesorero de esa formación Delubio Soares.