Por su parte, el Ministerio de Aviación Civil anunció que un equipo de investigación especializado llegó al lugar donde se estrelló el aparato, situado en una zona montañosa de la península, para registrar los restos del fuselaje y las cajas negras. El aparato, un Airbus 320, volaba desde la localidad turística de Sharm el Sheij a la ciudad rusa de San Petersburgo, cuando desapareció de los radares.
Mientras, el Ministerio de Sanidad egipcio informó de que aún no puede ofrecer un saldo de víctimas, ni muertos ni heridos, de un total de 217 turistas que viajaban a bordo del avión y siete miembros de la tripulación. El jefe del Gobierno egipcio, Sherif Ismail, viajó en compañía de varios ministros al área donde se precipitó la aeronave para seguir la situación sobre el terreno, así como las labores de traslado de las víctimas.
El ministro de Aviación Civil, Husam Kamal, dijo que es prematuro determinar las causas del suceso, aunque medios locales apuntan a que un fallo técnico podría estar detrás de la tragedia. Por otra parte, el Fiscal General de Egipto, Nabil Ahmed Sadeq, ordenó hoy abrir “una amplia y urgente investigación” para aclarar las causas del incidente. La agencia de noticias egipcia Mena detalló que el fiscal encargó a un equipo de investigadores de la Fiscalía de Apelación de la ciudad de Ismailiya trasladarse rápidamente al lugar donde fueron hallado los restos del aparato estrellado.