En una resolución emitida tras la reunión en la sede de la Liga Árabe, los titulares de Exteriores afirmaron que Israel es “un país agresor”, al que “no le importa la carta de la ONU ni las resoluciones del Consejo de Seguridad”.
Los jefes de la diplomacia árabes calificaron una hipotética entrada de Israel en el Consejo de Seguridad como una “falta de respeto” a los principios del estatuto de Naciones Unidas y acordaron realizar un “plan de trabajo” para hacer frente a su candidatura.
Según medios israelíes, Tel Aviv ha solicitado ocupar uno de los diez asientos de los miembros no permanentes del Consejo en un futuro próximo.
Por otra parte, la Liga Árabe condenó la intervención turca en Siria, donde Ankara lanzó una operación militar a finales de agosto, y “las acciones brutales” del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en la ciudad de Alepo (norte).
En cuanto al conflicto en el Yemen, la resolución alabó las acciones militares de la coalición liderada por Arabia Saudí por su apoyo al “Gobierno legítimo” del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi. Al mismo tiempo, el texto destacó “el avance notable” de las fuerzas del Gobierno de unión nacional libio en la ciudad de Sirte (norte) frente al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Los ministros de Exteriores condenaron además “las declaraciones hostiles” del líder supremo iraní, Alí Jamenei, contra Arabia Saudí y agregaron que la gestión de la peregrinación o hach por parte del reino merece “alabanza” y no “ difamación y escepticismo”.
Jamenei dijo esta semana que “el mundo islámico debe reconsiderar la administración de la peregrinación debido al comportamiento represivo que aplican los gobernantes de Arabia Saudí contra los peregrinos”, después de que Riad vetara a los iraníes este año.
La reunión ministerial fue encabezada por el titular de Exteriores tunecino, Khemais Jhinaoui, y contó con la presencia del secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit.