Sin embargo, en un reflejo de sus diferencias de estrategia, los líderes del G8 también reconocieron que “las medidas necesarias (para impulsar el crecimiento y abatir el déficit) no son las mismas para cada uno de ellos” .
Al cierre de la segunda jornada de la cumbre realizada en Camp David, en el estado de Maryland (noreste) , el presidente estadounidense Barack Obama elogió los progresos realizados para combatir la deuda en Europa, destacando el acuerdo en torno a que crecimiento y empleo deben ser prioritarios.
“El tono que ha tomado recientemente el debate debería otorgarnos la confianza de que Europa está tomando medidas importantes para manejar la crisis” , estimó.
“Los países, de forma individual, y la Unión Europea, en su conjunto, emprendieron reformas importantes que van a mejorar las perspectivas de crecimiento a largo plazo” , afirmó el mandatario durante una breve declaración a la prensa.
Esta fórmula de impulsar el crecimiento y la creación de empleos buscaba satisfacer tanto a la canciller alemana Angela Merkel, adalid de la austeridad en Europa, como al líder del gobierno italiano, Mario Monti y al nuevo presidente francés, François Hollande, quienes proclaman al crecimiento como una prioridad.
Merkel se apresuró a negar divergencias con París sobre el crecimiento. “El mensaje importante de la cumbre es que la consolidación presupuestaria y el crecimiento son dos caras de la misma moneda” , afirmó.
En un encuentro bilateral, tras la cumbre, Obama y Merkel coincidieron en que impulsar el crecimiento no significa “sustituir la reforma fiscal” .
“Hay un reconocimiento de la necesidad de adoptar pasos inmediatamente para promover el crecimiento de la Eurozona (...) así como mantener la consolidación fiscal que la canciller Merkel y otros (mandatarios) han apuntado” , informó a la prensa el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Como telón de fondo de este debate estuvieron siempre presentes las graves inquietudes sobre Grecia, donde la crisis económica se suma a un bloqueo político tras el fracaso de las negociaciones para formar gobierno tras las elecciones del 6 de mayo.
Los griegos están convocados a las urnas nuevamente el 17 de junio, unos comicios sobre los cuales planea una eventual salida del país de la zona euro.
Hollande dijo haber solicitado que el apoyo para Grecia fuera explicitado en el comunicado.
“El mensaje que quise transmitir (...) era el deseo de que Grecia permanezca en la zona euro, cumpla con sus compromisos, pero que sea apoyada, acompañada por Europa para estimular su crecimiento. El comunicado dará cuenta de este razonamiento” , declaró
Hollande, quien se había reunido el viernes con Obama en una cita bilateral en la Casa Blanca.
Obama, que se enfrentará a la reelección el 6 de noviembre, advirtió sobre los efectos nefastos de los “vientos adversos” que Europa le propina a la actividad económica de Estados Unidos, donde el modesto crecimiento de la economía se desacelera.
Los líderes del G8 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia) también se pronunciaron sobre los principales temas que dominan el espectro político, en especial los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, además de Birmania y Siria.
Los mandatarios presionaron a Teherán para que aproveche la oportunidad de demostrar en la reunión del miércoles en Bagdad que su programa nuclear tiene fines pacíficos y destacaron su “unidad” frente a la “profunda preocupación” por el programa nuclear iraní, que los países occidentales consideran tiene un componente militar.
Poco antes, Obama había afirmado que tanto él como sus socios mantenían las “esperanzas” sobre los resultados de las negociaciones de Bagdad.
El G8 también realizó una advertencia a la República Islámica afirmando que están listos para tomar medidas para asegurar que los mercados petroleros estén provistos de forma “completa y oportuna” para que, pese a las nuevas sanciones comerciales contra el crudo iraní, los precios de la energía se mantengan estables.
Con respecto a Siria, el G8 exhortó al gobierno a “adherir inmediata y totalmente” al plan internacional que apunta a poner fin a la violencia, que ya ha provocado la muerte de unas 12.000 personas.
Esta alusión no logró descifrar si Rusia y el resto del G8 disminuyeron sus diferencias sobre el régimen de Bashar al Asad.