Durante su visita a Bagdad hace una semana, el secretario de Defensa, Ashton Carter, anunció el envío de 560 soldados estadounidenses suplementarios a Irak para ayudar a las fuerzas gubernamentales a luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que en 2014 tomó el control de vastos territorios iraquíes.
Estos nuevos refuerzos “son un objetivo para nosotros”, afirmó el imán chiita en un comunicado difundido el domingo en su sitio en internet.
Con este nuevo despliegue, Estados Unidos, que lidera una amplia coalición internacional antiyihadista en Irak y Siria, contará con más de 4.600 efectivos militares en Irak, esencialmente destinados a misiones de formación de las tropas gubernamentales.