Durante esta llamada, que tuvo lugar “por iniciativa estadounidense”, “el lado ruso expresó un rechazo categórico a las nuevas sanciones anunciadas recientemente por Washington en relación con presuntas informaciones sobre la implicación de Rusia en el supuesto caso Skripal”, informó la cancillería rusa en un comunicado.
“Serguéi Lavrov subrayó que ni Estados Unidos ni Gran Bretaña, ni ningún otro país han proporcionado desde el incidente de Salisbury ningún hecho que confirme tales afirmaciones”, según la misma fuente.
La administración estadounidense anunció el miércoles nuevas sanciones contra Rusia en relación con el envenenamiento a principios de marzo en Salisbury, en Inglaterra, del ex agente doble ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, imputado por Londres a las autoridades rusas. El Kremlin, que niega desde el principio toda implicación de Rusia en este envenenamiento, fustigó el jueves unas sanciones “inaceptables” y la diplomacia rusa prometió responder.
Lavrov y Pompeo acordaron, sin embargo, “mantener los contactos en todas las cuestiones de interés mutuo”, según el comunicado del ministerio ruso de Relaciones Exteriores.