Moneta, que impartió hoy una charla en Pekín sobre las relaciones entre China y Latinoamérica, subrayó que mientras la importancia que el primero da al segundo “está clara” (por ejemplo con la actual gira americana del presidente Xi Jinping, segundo viaje al exterior desde que asumió el cargo), el problema está en el lado contrario.
“América Latina no ha logrado establecer posiciones comunes o acuerdos en su relación con China”, enfatizó.
El economista sugirió el establecimiento de principios para las inversiones extranjeras, con respecto a, por ejemplo, la protección medioambiental, reglas de inversión laboral o de impacto social en la región.
Y resaltó que, “antes de mirar a China, es evidente que hay muchas cosas que podrían hacerse para mejorar la posición negociadora latinoamericana, por lo menos, por sectores”, enfatizó.
Recordó además que durante la visita del ex primer ministro chino, Wen Jiabao, a la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), en junio de 2012, él propuso una cooperación en el sector agrícola entre ambas partes, “ofertas que deberían venir de nosotros” y que ejemplifican la falta de concertación comercial en la región y “hasta qué punto tenemos responsabilidades propias”.
Según Moneta, también politólogo y docente en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, se podría empezar por sectores, “como el de los agroalimentos, fundamentales en el comercio con China”.
“Países productores de alimentos podrían cooperar desarrollando productos con valor agregado que mejoren su oferta, como Brasil, Argentina y Uruguay, en el caso de la soja, concertando criterios que incrementen su capacidad de venta”, apuntó el académico.
Y añadió que, por el momento, “las empresas vienen y buscan las mejores condiciones. Si pueden eximirse impuestos, pues ahí se van”.
También mencionó que hay una gran posibilidad de cooperación en el campo de la ciencia y la tecnología, estableciendo, por ejemplo, empresas comunes, y consideró que se deben impulsar las inversiones latinoamericanas en el gigante asiático.
Éstas “deben ser pequeñas, para ver cómo trabajar con China y cómo se maneja el sistema desde aquí”.
“China tiene la predisposición”, enfatizó el docente, y argumentó que, como prueba de ello, el país asiático está dando préstamos muy importantes e impulsando programas de cooperación financiera.
Asimismo, señaló que la presencia china “ya es conocida”: en el ámbito diplomático las relaciones son “muy buenas”, consideró, pero a nivel comercial -China ya es el segundo o tercer socio comercial de toda la región- “la importancia varía según los países”.
El experto argentino resaltó también que la segunda potencia económica ha logrado cambiar su participación comercial en América Latina con productos de bajo nivel tecnológico, como las camisas o zapatos, a productos de alta tecnología, como la venta de trenes.
“Hay una asimetría de largo plazo -agregó-, un enorme desafío para América Latina”.
Por otro lado, indicó que las relaciones entre Argentina y China se están desarrollando bien, pero reconoció que también existen tensiones en el sector comercial debido al proteccionismo argentino, del cual Pekín se ha quejado con frecuencia.