Las patrullas mixtas del Ejército y la Policía Nacional realizaron el pasado sábado un operativo en una zona próxima al gaseoducto, operado por Transportadora de Gas del Perú (TGP) , en la localidad de Komesiato, distrito de Echarate, provincia de La Convención, para evaluar los daños en las válvulas ocasionados durante la incursión terrorista de octubre pasado.
Los uniformados detectaron seis trampas explosivas, conocidas como “cazabobos”, colocadas a la altura de una válvula, cinco de las cuales fueron desactivadas y una destruída, indicó un comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El pasado 6 de octubre, un grupo de las fuerzas remanentes de Sendero Luminoso entró en el aeródromo de Kiteni, en la selva de la región Cuzco, e incendió tres aeronaves de la empresa TGP sin dejar ningún herido, y según versiones de la prensa, esto se pudo deber a que la compañía internacional no pagó un monto de dinero pedido por los atacantes.
La empresa TGP suspendió temporalmente sus actividades y exigió al Gobierno ejecutar las acciones necesarias para brindar las condiciones de seguridad en el área que forma parte del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) .
El gas y líquidos que transporta TGP son utilizados para producir el 50 % de la energía eléctrica de Perú y más del 80 % del gas licuado de petróleo que consume el país, según informó la empresa en ese momento.
Unos meses antes, en abril del año pasado, otro grupo vinculado a Sendero secuestró a 36 trabajadores de empresas que brindaban servicios al gaseoducto en la localidad de Kepashiato y los retuvieron por cinco días.