Seúl quiere acercarse a su vecino, que posee el arma atómica. Por su parte, Estados Unidos, aliado de Corea del Sur, quiere mantener la presión sobre Corea del Norte mientras no se haya desnuclearizado.
Las mandarinas, una rareza en Corea del Norte, fueron llevadas a Pyongyang desde la isla meridional de Jeju, donde se producen, a bordo de cuatro vuelos. El último de ellos está previsto este lunes.
Las frutas fueron entregadas como respuesta al envío al Sur de dos toneladas de hongos por parte del líder norcoreano Kim Jong durante su cumbre con el presidente surcoreano Moon Jae-in en septiembre, declaró la presidencia surcoreana. Las setas -un manjar exquisito, elemento clave de las exportaciones norcoreanas- fueron enviadas a las familias surcoreanas separadas de familiares que viven en el Norte.