Lo cuentan Alberto Corchón e Iñaki Oscoz en su novela “657 dientes de mono” (Viajes al pasado), basada en la historia real de Isaac Álvarez, un paraguayo de antepasados españoles que fue enviado con su familia a recolectar mate a lo más hondo de la selva. Álvarez, protagonista de la novela, elegante, dadivoso, casi visionario, guió a este grupo por una selva desconocida también para él, donde vivieron una historia que no quisieron ni pudieron olvidar.
La rescata ahora Corchón, de 81 años, a partir del relato que escribió su mujer ya fallecida, hija de Álvarez y que vivió de niña la aventura. “Mi mujer me narró toda su vida, hasta el mismo instante de su muerte, todo lo que vivieron en aquella dura selva y yo, por justicia con esa fascinante historia, con la ayuda de Iñaki, he decidido escribir esta novela que recupera una aventura de gente normal viviendo y haciendo cosas increíbles”, explica el autor.
En la selva, esta familia se enfrentó durante seis meses a la muerte entre anacondas gigantes, jaguares salvajes y una retahíla de enfermedades propias del trópico. No todos sobrevivieron y, además de afrontar las dificultades de la selva, se encontraron con una de las tribus más temidas de América: los invisibles y caníbales guayakíes. Con ellos vivieron una bonita historia de convivencia discreta y respeto humano que desmonta mitos y abre la mente del lector, de la que se llevaron, a modo de regalo, el collar con los 657 dientes de mono. “La primera vez que Alberto me enseñó el collar de dientes de mono sentí que aquella historia debía de contarse y a eso he dedicado dos años enteros de mi vida”, señala Oscoz, coautor del libro, sobre el abalorio que da nombre a libro.
La novela, editada con ayuda del viajero y director de documentales Daniel Landa, se presentó ayer lunes en la Sociedad Geográfica Española de Madrid con una actuación de folklore paraguayo. También se expusieron algunos objetos realizados por guayakíes que salieron de la selva después de aquella aventura en 1944.