La “última cena” de Napout

Lujos, exclusividad, poder económico. Así se podría describir, a grandes rasgos, el ambiente que rodeaba a Juan Ángel Napout en la fría noche de su detención, en un hotel de Zurich, donde una copa de whisky cuesta unos G. 630.000 al cambio local.

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El Hotel Baur au Lac, en Zurich, Suiza, puede ser calificado, sin duda alguna, como uno de los más lujosos, no solo del país, sino también del mundo. Se encuentra ubicado en una de las zonas más caras de la ciudad, en el centro histórico, con vistas al lago y la catedral de Grossmünster, uno de los principales íconos de Zurich.

Solo se puede acceder a este hotel cinco estrellas desde el portón principal, que da a un amplio patio interno donde se resguardan una impresionante flota de autos de lujos, como Lamborghini, Ferrari, Audi, Mercedes Benz, BMW, Porsche, entre otras marcas.

El lugar, en definitiva, es para personas con alto poder adquisitivo. Esto se puede deducir de algunos precios en la carta. Por ejemplo, una botella de vino cuesta 260 francos suizos, unos G. 1.500.000. En este ambiente estuvo Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, bebiendo whisky y unos habanos en la noche y madrugada de este jueves, momentos antes de ser detenido por la Policía suiza, que ya contaba con orden de allanamiento al hotel desde el pasado 29 de noviembre. En definitiva, los estaban esperando.

Pero el lugar donde fue detenido el dirigente paraguayo no fue su parada final. Antes estuvo en un club exclusivo para los miembros de la FIFA, donde tuvo su “última cena”.

Sonnenberg es el nombre de un restaurante de Zúrich, ubicado sobre una colina que proporciona una vista única de la ciudad. Para llegar a ese lugar, hay que subir la colina por una avenida empinada que rodea villas y mansiones que acostumbran ser el paisaje de las películas rodadas en el país, relata a ABC Color el compatriota Facundo Rivarola, quien estudia en el país y nos proporcionó los datos de las horas previas a la detención de Napout.

El titular de la Conmebol, acostumbrado a la buena vida, no pudo estar ausente en este restaurante, conocido por ser el punto de encuentro de los dirigentes y miembros de la FIFA, quienes cuentan con una membrecía en el lugar. Allí el menú de platillos no cuenta con precios, es tan exclusivo que el chef solo ofrece un par de platos diarios, los cuales cambian todos los días para que no sean repetidos y donde tan solo una copa de vino puede costar unos 110 francos suizos (G. 630.000).

Uno de los mozos confirmó que los miembros de la FIFA estuvieron en el lugar, cenando la noche del miércoles pasado. El restaurante proporciona a la claque de la federación de fútbol el acceso al salón preferencial “para aquellos que quieren mayor privacidad”, según dijo el mozo. De acuerdo con las características del sitio, se convierte en ideal para celebrar reuniones a puertas cerradas y concretar “misteriosos acuerdos”, mientras disfrutan del menú y una carta de vino muy fructuosa.

Aquí, donde los presentes “dejan muy buena propina” (frases textuales del mozo), estuvo Napout acompañado de Alfredo Hawit, presidente de la Concacaf, disfrutando su “última cena” en medio de lujos, antes de dirigirse unos kilómetros más hasta el Hotel Baur au Lac, donde cayeron presos.

Actualmente Juan Ángel Napout está detenido y expectante de la decisión que tome Suiza, pues la justicia de Estados Unidos lo quiere extraditar para que afronte así una investigación en su contra por millonarios sobornos pagados por la firma Datisa por la adjudicación de los derechos comerciales de cuatro ediciones de la Copa América en la época en la que era presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).

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