“El texto acordado sobre el Pnuma usa específicamente los términos fortalecer y upgrade (elevar a un nivel superior), pero no establece que el programa pasará a ser otra cosa”, afirmó el negociador jefe de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo Machado, en una rueda de prensa.
Una de las propuestas para la Río+20 era convertir el Pnuma en una agencia especializada de la ONU, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), para darle mayor poder y dotarlo de autonomía financiera.
Los negociadores, sin embargo, se abstuvieron de transformar inmediatamente el Pnuma en agencia especializada pero abrieron la posibilidad de que ese paso pueda ser hecho más adelante.
“Esos términos (upgrade) dan margen para que el Pnuma pueda ser elevado a un nuevo nivel pero sin aclarar aún cuál”, agregó el negociador de Brasil, país que, como anfitrión, asumió el sábado la coordinación de las negociaciones.
Figueiredo explicó que el texto sobre el Pnuma en el que se alcanzó un consenso fue el presentado por Brasil para intentar superar el estancamiento de las negociaciones, con dos alteraciones que habían sido planteadas la semana pasada.
El documento, sin embargo, aún puede ser modificado por los jefes de Estado y de Gobierno, que se reunirán entre el miércoles y el viernes en Río de Janeiro, veinte años después de la Cumbre de la Tierra.
Los negociadores trabajarán hasta la madrugada del martes para intentar concluir el documento denominado “El futuro que queremos”.
La base del borrador es un texto conciliatorio presentado el sábado por Brasil, que redujo significativamente el número de párrafos del documento y eliminó algunas partes que generaban discrepancias entre los países.
Uno de los principales objetivos de la Río+20 es definir un nuevo marco institucional para los organismos de la ONU que lidian con el desarrollo sostenible, entre ellos el Pnuma.
El director el Pnuma, Achim Steiner, aseguró recientemente que hasta 140 países apoyaban la transformación del programa en una agencia especializada de la ONU para encargarse de liderar todos los proyectos de desarrollo sostenible, pero reconoció que la propuesta era polémica y no encontraba consenso.
Mientras algunos países, principalmente europeos, defendían el fortalecimiento del Pnuma, otros proponían la reestructuración de todos los organismos de la ONU para crear una agencia que integre las dimensiones ambiental, económica y social.