El sargento Andy Collin, de la policía del barrio londinense de Croydon, donde empezaron las muertes de los animales, que aparecen mutilados, indicó que “se investigan varias pistas” y los agentes están “abiertos” en cuanto a la identidad del autor.
Las autoridades han ofrecido una recompensa de 10.000 libras (unos 11.200 euros) a quien aporte información sobre el autor de esos sacrificios y brutales desmembramientos de animales, que han traumatizado a sus propietarios y a los vecinos.
La Policía trabaja en colaboración con las asociaciones de protección de animales RSPCA y Snarl, que han hecho un seguimiento de los sucesos y han contribuido a detectar el “modus operandi” del delincuente.
Según Tony Jenkins, fundador de Snarl, posiblemente se trate de un solo autor, “y, si hay más de uno, es más probable que sea un trabajo colaborativo que la obra de asesinos que se copien”.
“Vemos las mismas heridas, y deja una firma”, explicó. Jenkins indicó que, “a juzgar por cómo dispone los cadáveres”, tras matar de un golpe y mutilar con un objeto punzante al animal, el autor, seguramente un “psicópata”, se queda en los alrededores para ver la reacción de las personas.
El objetivo del atacante, a quien inicialmente se conocía como “el asesino de gatos de Croydon”, aunque después ha operado en otras localidades como Manchester, Sheffield y Birmingham, es “horrorizar” a la gente, aseguró el responsable de Snarl.
“Sobre esa base, es un acto contra los humanos. Deja a los animales debajo de las ventanas de sus propietarios mientras espera a ver cómo alguien encuentra a su querido gato decapitado”, declaró. Tanto la Policía como las asociaciones protectoras de animales han señalado que no hay pruebas de que este sospechoso suponga un riesgo para la vida humana.