“El secretario general llama a todas las partes del conflicto a asegurar que la persecución de civiles por su religión u origen étnico se detenga inmediatamente”, señaló Ban a través de un comunicado difundido por la oficina de su portavoz.
La ONU recordó que todas “tienen la obligación legal y responsabilidad moral de hacer todo lo posible para evitar y prevenir la violencia contra los civiles y asegurar que se responde a sus necesidades humanitarias”.
Ban expresó su preocupación por los continuos informes de violaciones de los derechos humanos en el país, que incluyen “ejecuciones sumarias de soldados y detenidos, bombardeos indiscriminados de zonas civiles y el secuestro y asesinato de miembros de comunidades étnicas y religiosas”.
Además, el diplomático surcoreano urgió al Gobierno iraquí a actuar contra cualquier miembro del Ejército o de las milicias locales que haya cometido violaciones de los derechos humanos o de la ley humanitaria internacional.
La crisis iraquí dio hoy un nuevo paso, con la proclamación de un “califato islámico” por parte del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), el grupo extremista que ha puesto en jaque a Bagdad al hacerse con extensas zonas del norte y el oeste del país.
El Gobierno iraquí, mientras, recibió hoy cinco cazabombarderos rusos para apoyar la campaña con la que trata de recuperar parte del terreno perdido con los insurgentes.