El sondeo, elaborado el 1 de agosto pasado, señala que el 49,6 % de los entrevistados están en desacuerdo con la legalización de la marihuana frente al 13,4 % que dijo estar a favor.
Sobre la utilización de la marihuana con fines medicinales, un 22 % se pronunció a favor y el mismo porcentaje dijo estar en contra.
Un 34,6 % de los entrevistados indicó que la marihuana puede aliviar dolores de espalda, mientras que el 23 % dijo que ayuda en los casos de reumatismo.
Al ser interrogados sobre el uso de la marihuana con fines recreativos, el 53,6 % de los entrevistados se pronunció en contra y solo un 7,8 % estuvo a favor.
En el caso de que México despenalizara la venta de la marihuana, el 59 % opinó que una decisión así perjudicaría al país, mientras que el 29,9 % estimó que lo beneficiaría.
Con relación a la repercusión de la legalización del consumo y venta de marihuana en la violencia ligada al narcotráfico, las opiniones fueron divididas: el 32,9 % consideró que disminuiría; un 34,3 % dijo que aumentaría y un 30,1 comentó que “seguiría todo igual”.
En caso de una legalización, el 45,1 % de los consultados indicó que “el Gobierno es quien debe asumir el control en la venta y producción” contra un 36,6 % que consideró debería ser competencia de las empresas privadas.
Respecto a los lugares destinados para la venta de la marihuana, 6 de cada 10 entrevistados se pronunció por las farmacias y tiendas especializadas, y solo el 9,7 % optó por su comercialización en bares, cafés o sitios destinados para su consumo.
El 41,9 % admitió haber consumido en alguna ocasión marihuana o alguien de su familia, y 7 de cada 10 consultados dijeron sentirse incómodos al estar junto a alguien que consume.
La encuesta fue realizada vía telefónica el 1 de agosto pasado entre 1.000 adultos, el nivel de confianza es del 95 % y el margen de error es de más o menos 3,1 %.
Varias figuras públicas, entre ellos el expresidente Vicente Fox y ministros de Gobiernos anteriores, promueven un debate serio sobre la despenalización de la marihuana en un país donde ya es legal poseer hasta cinco gramos para consumo personal.