LONDRES. La justicia británica ordenó en febrero retirar el soporte vital al bebé de 23 meses, cuyo cerebro ha quedado “erosionado”, al considerar que ese paso va en su propio “interés”, una decisión que han avalado en diversas apelaciones todas las instancias judiciales británicas.
El pasado lunes por la noche, los médicos desconectaron a Alfie de las máquinas que le mantenían con vida, tras lo cual ha continuado respirando, una situación que según los abogados de los padres, Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20, ha cambiado las circunstancias en las que se tomó la decisión original.
Los tres magistrados de la Corte de Apelaciones rechazaron los argumentos del abogado del padre, Paul Diamond, de la organización cristiana Christian Legal Centre, y del letrado Jason Coppel, a quien la madre designó para defenderla poco antes de la vista.
El abogado del padre argumentó ante los jueces que la decisión de desconectar al bebé se basó en que “no hay cura médica” para su condición. “Al entrar en una situación en la que el individuo continúa respirando (tras retirarle el soporte vital), tenemos que corregir ese plan. No podemos permitir que esta situación se mantenga en un hospital británico”, sostuvo Diamond.
El abogado que representa al hospital Alder Hey de Liverpool donde está ingresado el bebé, Michael Mylonas, afirmó por su parte que “no hay nuevas evidencias médicas” sobre el estado de Alfie, que ha perdido la capacidad para ver y oír, así como el sentido del gusto y el tacto, según los doctores.
“Nunca se sugirió que la muerte sería instantánea. De hecho, fue al contrario. La evidencia era que cuando previamente se le había extubado sobrevivió”, sostuvo el letrado.
El papa Francisco se ha declarado esta semana a través de las redes sociales “conmovido por las oraciones y la amplia solidaridad en favor del pequeño Alfie Evans” y ha pedido que se cumpla el deseo de los padres de “intentar nuevas posibilidades de tratamiento”.
El padre del bebé explicó en una entrevista a la cadena británica ITV que su hijo ha continuado recibiendo alimentos en las últimas horas. “Alfie todavía se encuentra tan bien como puede. Está luchando. Todavía no está sufriendo y no ha tenido ninguna apnea ni signos de dolor”, explicó Evans, que reiteró su deseo de trasladarle a Italia, donde en su opinión podría recibir “tratamiento”.
Mariella Enoc, la presidenta del hospital pediátrico Bambino Gesù, gestionado en Roma por el Vaticano, aseguró esta semana que el bebé podría ingresar en ese centro médico. Indicó asimismo que el Ministerio de Defensa italiano ha puesto a su disposición un avión y un equipo médico para acometer el traslado si la justicia británica otorga su visto bueno.