El cardenal Dziwisz cree que Europa y el mundo necesitan más unidad y hermandad que nunca después de las últimas masacres.
La Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra bajo el lema “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia” y que espera la llegada del papa Francisco el miércoles entre un amplio dispositivo policial, tiene lugar tras las matanzas de París, Bruselas, Niza o Múnich.
“Ante estos trágicos acontecimientos sufridos y las divisiones que crean en la sociedad, es importante que la reunión de jóvenes en Cracovia sirva para construir una unidad y un sentido de hermandad”, ha afirmado el cardenal Dziwisz.
Cerca de 360.000 personas de 187 países han respondido a ese llamado y ya han confirmado su participación en la JMJ, aunque la organización estima que la asistencia a los actos principales podría llegar a superar los 1,5 millones de personas, especialmente durante la noche de vigilia con el papa Francisco, el sábado, y la misa al aire libre del domingo 31 de julio.
Entre los fieles que sí han cumplimentado el formulario oficial de asistencia se encuentran 30.500 españoles de 51 obispados, que aprovechando hoy la celebración del día del apóstol Santiago, patrón de España, participaron en una peregrinación al santuario polaco de Czestochowa, donde monseñor Ricardo Blázquez ofició una misa.
Las autoridades polacas han diseñado un amplio plan de seguridad y 20.000 policías se desplegarán en Cracovia hasta el próximo 1 de agosto. La seguridad también se ha reforzado en las zonas que el pontífice visitará durante su estancia en Polonia, incluyendo el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau y el prado a las afueras de la Cracovia donde oficiará la misa que cerrará la Jornada de la Juventud el día 31 de este mes.
Desde hace varios días una enorme valla metálica ya rodea el recinto y es necesario atravesar varios controles de seguridad para acceder. Al mismo tiempo varios retenes de bomberos se mantienen en el aeropuerto de Cracovia-Balice, donde el avión del papa Francisco aterrizará el próximo 27 y despegará el día 31, así como en las estaciones de tren y principales paradas de autobús de la zona.
Además de cientos de miles de jóvenes, se espera contar con la asistencia de dignatarios de todo el mundo, entre ellos el presidente de Panamá, Juan Carlos Valera, quien llega a Polonia al frente de una delegación de más de 500 personas.
Se espera que Panamá, donde los católicos representan dos tercios de la población, sea la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en 2019.
La JMJ contará con la cobertura de 5.700 periodistas acreditados, que podrán trabajar desde el centro de prensa ubicado en la universidad de Ciencia y Tecnología de Cracovia. Esta extraordinaria atención mediática y la presencia de fieles de todo el mundo quiere ser aprovechada por Polonia para mostrarse como un país “moderno y abierto”, dijo hoy la primera ministra polaca, Beata Szydlo.
Con este objetivo se ha inaugurado hoy en Cracovia un pabellón donde se expondrán hasta el próximo día 1 de agosto diferentes imágenes del país centroeuropeo.