“Damos la bienvenida” a esa decisión, dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien prefirió no valorar la iniciativa y se remitió a la declaración emitida el domingo por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner.
En esa declaración, Geithner valoró la decisión de España de recapitalizar su sistema bancario y “el compromiso de sus socios europeos de suministrar apoyo” como un “paso concreto hacia la unión financiera en la eurozona”.
Carney reiteró que la crisis en la eurozona sigue siendo un motivo de preocupación para Estados Unidos y que el presidente Barack Obama está “en contacto permanente” con los líderes europeos de cara a la cumbre del G20 que tendrá lugar el 18 y 19 de junio en Los Cabos (México).
Obama ha hablado por teléfono en los últimos días con varios de los gobernantes europeos, entre ellos el presidente francés, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron.
El viernes, un día antes del acuerdo del Eurogrupo para ayudar a sanear la banca española, Obama reclamó a los dirigentes europeos “acciones claras, cuanto antes, para inyectar capital en los bancos débiles” y señaló que a corto plazo el principal reto para la eurozona será “estabilizar su sistema financiero”.
Asimismo, destacó la importancia de “establecer un marco y una visión para una eurozona más fuerte, incluida una cooperación más profunda en los presupuestos y en la política bancaria”.
También expresó “preocupación” ante el hecho de que la “amenaza de una renovada recesión” en Europa afecte a Estados Unidos, cuya economía ha registrado en los últimos días decepcionantes datos de desaceleración del crecimiento y alza del desempleo.