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Entretanto, los dos ciudadanos paraguayos detenidos, Carlos y Éver Espínola Verdún, soportan un proceso por tentativa de contrabando, que tiene pena carcelaria de entre dos y ocho años.
La causa es tramitada en el juzgado federal número uno, a cargo del juez Ramón Claudio Chávez. El magistrado está con permiso, y en su reemplazo actúa como coadyuvante Paulo Korol.
La incautación de un lingote de oro macizo y otro de plata se produjo la noche del domingo último, en la cabecera argentina del puente internacional “San Roque González de Santa Cruz”, que une Encarnación con Posadas, por funcionarios de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) apostados en la Aduana de Posadas.
Según trascendió, no es habitual que los vehículos particulares sean sometidos a inspección con el scanner existente en este punto de inspección, por lo que se presume que las autoridades tenían alguna “pista” de que algo raro se transportaba en la camioneta Ford Escort con chapa KDD 024, dominio república Argentina, que se dirigía a la ciudad de Córdoba. El vehículo había salido hacia Paraguay el pasado 12 de marzo.
Los dos ocupantes de la camioneta, los hermanos Carlos y Éver Espínola Verdún, ambos paraguayos domiciliados en la ciudad de Córdoba, fueron detenidos y procesados por el supuesto hecho punible de “tentativa de contrabando”, un delito federal que se tramita en el juzgado federal de primera instancia, a cargo de Ramón Claudio Chávez.
Los detenidos se abstuvieron de declarar, y están recluidos en forma preventiva en la comisaría primera, de la ciudad de Posadas. Entre hoy y mañana el juzgado deberá decidir si recuperan su libertad ambulatoria, pues el delito por el que están procesados es excarcelable.
Además de las piezas que se encontraron en el habitáculo del vehículo la autoridad interviniente se incautó de una suma de dinero de unos 60.000 pesos, según trascendió.
Pese a que uno de los detenidos aseguró a los intervinientes haber comprado a unos indígenas paraguayos por la suma de G. 250 millones (más de US$ 50.000), ganó terreno la sospecha de que el lingote no sería sino un fraude, y debajo de la apariencia dorada no habría sino cualquier otro metal similar al oro, o con alguna aleación que simule el metal precioso.
Uno de los indicios que abre la duda es la inscripción “Reserva del Estado. Banco Central del Paraguay Año 1824”, pues el BCP no existía en 1824, sino que fue creado recién en el año 1952.
Un empresario paraguayo reveló que hace dos años ya le habían ofrecido el lingote de oro, pero desechó la oferta al notar que se trataba de un fraude.
Según periodistas argentinos que siguen el llamativo caso, la ciudad de Córdoba es conocida como un gran mercado comprador de oro. Todo hace suponer que estos dos paraguayos residentes en dicha localidad contactaron con algún comprador, y estaban “colocando” la mercancía. Las inscripciones que hacen referencia al BCP no tendrían sino el propósito de embaucar a los interesados dando visos de autenticidad a la pieza en cuestión.
El valor actual del oro es de US$ 1.155 por onza y cada kilo equivale a 35,274 onzas, por lo que cada kg de oro costaría US$ 40.741, mientras que el valor total de la carga incautada rondaría los US$ 1.020.000. Si se trata de tesoro histórico, sin embargo, la pieza tendría mayor precio en el mercado negro.