La corte federal administrativa indicó en un comunicado que desestimó la noche del miércoles el recurso de una empresa alemana De-Cix que cuestionaba la legalidad de la vigilancia ejercida desde hace años por los servicios secretos exteriores (BND).
El BND explota el flujo internacional de datos que transita por el centro gigante de intercambio de De-Cix, al que están conectados varios operadores de telecomunicación internacionales y proveedores de acceso a internet.
El centro, instalado en Fráncfort, es el mayor operador de intercambio de internet en el mundo. En hora pico administra un flujo de 6 terabytes proveniente de China, Rusia, Medio Oriente y Africa.
La compañía estimaba que, dada la masa de llamados telefónicos, correos, videos y comunicaciones en línea que transitan por Fráncfort, era imposible dejar de lado totalmente las comunicaciones estrictamente alemanas.
El tribunal administrativo estimó en cambio que el BND, que como servicio secreto exterior no debe espiar las comunicaciones alemanas, puede utilizar las comunicaciones que transitan por el centro de Fráncfort, ya que hay protocolos específicos.
Según la ley alemana, el BND, que colabora con la agencia de inteligencia estadounidense NSA, sólo puede interceptar el 20% de los flujos de datos en internet.