“Anuncio, como ministro de Defensa, la caída del régimen y la detención de su jefe en un lugar seguro”, afirmó el jueves el ministro de Defensa, Awad Ibnouf.
Awad Ibnouf anunció la suspensión de la Constitución de 2005, el cierre de las fronteras y del espacio aéreo, y que se decretó el estado de emergencia en todo el país. Ibnouf también dijo que el consejo militar declaró un cese al fuego nacional, que incluye la zona en guerra del Darfur, Estado de Nilo Azul y Estado de Korforán del Sur en donde el gobierno de Bashir combate a minorías étnicas rebeldes.
Durante toda la mañana, una inmensa multitud de sudaneses se dirigió hacia el centro de la capital sudanesa, a la espera de un anuncio sobre la destitución del mandatario de 75 años que llegó al poder en 1989 con un golpe de Estado. “¡Cayó el régimen! ¡Cayó el régimen!”, gritaban miles de manifestantes que desde el sábado acampan delante del cuartel general de las Fuerzas Armadas en Jartum, adonde fueron en busca del apoyo de los militares a su causa.
La movilización de miles de sudaneses, iniciada por la decisión del gobierno de triplicar el precio del pan el 19 de diciembre en medio de una crisis económica, disparó las protestas que se convirtieron en un reclamo a que dimita.
Pero los organizadores de las protestas, la Alianza para la Libertad y el Cambio, que reagrupa a los diferentes grupos opositores a Bashir, rechazaron las medidas de los militares sosteniendo que se tratan de un “golpe conducido por el régimen” y pidieron que continúen las manifestaciones.
“El régimen organizó un golpe militar presentando las mismas caras (...) contra las que nuestra gente se rebeló”, indicaron en un comunicado. “Todos rechazamos lo que se mencionó en el comunicado del golpe emitido por el régimen”, añaden, llamando a los manifestantes a “continuar con la sentada delante del cuartel general de las Fuerzas Armadas, y en todas las regiones y calles del país”.
La televisión nacional había interrumpido temprano el jueves sus programas para difundir cantos patrióticos y militares. “Importante declaración de las Fuerzas Armadas pronto. Estén atentos”, se podía leer en un cintillo. Poco antes del anuncio de los militares, el poderoso servicio de inteligencia, brazo de la represión de las manifestaciones que sacuden al país desde diciembre, anunció la liberación de todos los prisioneros políticos del país, según la agencia oficial Suna.
“¡Bashir se fue! ¡Lo logramos!”, escribió en Twitter Alaa Salah, joven estudiante convertida en “ícono” del movimiento. El centro de la capital, al sur del cuartel general, fue invadido por una inmensa multitud, constató AFP . Los manifestantes se abrazan y agitan banderas. Miles de manifestantes seguían delante del cuartel general de la FFAA, en donde también está el ministerio de Defensa y la residencia oficial de Bashir.
Las Fuerzas Armadas fueron desplegadas en numerosas calles de la capital, al igual que unidades de paramilitares. En las ciudades de Madani, Gadaref, Puerto Sudán, Al Obeid y Kasala también había importantes concentraciones de manifestantes.
En Jartum, los organizadores de la protesta pidieron a la población que preservaran los bienes públicos y privados y que no atacaran a los militares. Pero en el este del país los manifestantes ingresaron en un edificio de los servicios de inteligencia en Kasala, según testigos, luego de que los oficiales presentes rechazaran liberar a los detenidos. Se produjo una intrusión similar en Puerto Sudán (este), indicaron testigos. Miles de sudaneses reclaman a la vez la dimisión del presidente Bashir y que los militares se sumen a su movimiento de protesta.
Desde el sábado, los manifestantes resistieron en varias ocasiones a los intentos del poderoso servicio de inteligencia, NISS, de dispersarlos con gases lacrimógenos, en vano, según los organizadores de la protesta.
El martes, 11 personas, entre ellas seis miembros de las fuerzas de seguridad, murieron en las manifestaciones de Jartum, indicó el miércoles el portavoz del gobierno Hasan Ismail, sin precisar las circunstancias de su muerte, según la agencia oficial Suna. En total, 49 personas murieron en violencias vinculadas a las manifestaciones desde el inicio de las concentraciones, según responsables oficiales.