El portavoz gubernamental jordano, Mohamed Momani, expresó que ese acto terrorista requiere de la colaboración de los esfuerzos de la comunidad internacional, así como la parte regional, especialmente árabes y musulmanes, “para erradicar el pensamiento extremista y el terrorismo que distorsiona la imagen real del islam”.
El también ministro de Estado para Asuntos de Medios de Comunicación calificó el asesinato de “acto cobarde de terrorismo” y explicó que “es un fenómeno que despierta la discordia entre los seguidores de las religiones divinas, y va contra las creencias y ética de los árabes y musulmanes”.
Además, Jordania, que forma parte de la coalición internacional que lucha contra los yihadistas en Irak y Siria, expresó su apoyo a las autoridades egipcias en “ sus esfuerzos ” por combatir el terrorismo y el extremismo.
El Estado Islámico difundió ayer un vídeo en el que aparece cómo ejecuta a una veintena de coptos egipcios que fueron secuestrados en la ciudad de Sirte, en el norte de Libia, por extremistas leales al grupo yihadista en ese país.
Tras la difusión de esa matanza, el Ejército egipcio lanzó esta madrugada un ataque aéreo contra varias posiciones en Libia de las milicias islamistas en cumplimiento del derecho “de defensa de la seguridad y estabilidad de su pueblo”, según un comunicado de las Fuerzas Armadas.
Ammán vivió a principios de este mes un episodio similar, después de que el EI mostrara un vídeo en el que supuestamente quemaba vivo al piloto jordano Muaz Kasasbeh, capturado en Siria el pasado 24 de diciembre tras ser abatido su avión.