“Jordania no tomará parte en ninguna intervención militar porque va en contra de nuestras posturas, principios y nuestros intereses supremos nacionales”, afirmó el monarca al diario progubernamental.
Así respondió Abdalá II a una cuestión sobre posibles presiones ejercidas por los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Arabia Saudí, Omán, Catar, Baréin, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos- para que Jordania adopte un papel militar para derrocar al presidente Bachar al Asad.
En opinión del monarca, “una solución política en Siria es la mejor solución y la condición para su éxito es la existencia de un ambiente árabe e internacional que colabore para sacar al país del estado de crisis y deterioro”.
Abdalá de Jordania consideró que ese tipo de solución llevaría a una transición política, un proceso democrático y una reconciliación nacional que “ayudaría a poner fin al ciclo de violencia y centrarse en el futuro”. En ese sentido, alertó de que “cualquier retraso o fracaso en lograr una solución política llevará a más complicaciones sobre el terreno con consecuencias catastróficas”.
Por otro lado, Abdalá II alabó el “logro histórico y estratégico” con el reconocimiento de Palestina como Estado observador no miembro en la ONU. “Es el testimonio por parte del mundo sobre la justicia de la causa palestina y las graves injusticias históricas infligidas sobre el pueblo palestino”, afirmó el rey, quien subrayó que representa también un mensaje de la comunidad internacional que apoya la paz en Oriente Medio con la base de la solución de dos estados.
El monarca dijo que cuenta con la resolución para detener la política de asentamientos israelíes en los territorios palestinos y para dar un impulso a las estancadas negociaciones de paz entre palestinos e israelíes.
Para ello, “trabajaremos con el presidente (de EEUU, Barack) Obama en su segundo mandato con vistas a que haya una rápida implicación estadounidense en el proceso de paz de acuerdo con una solución de dos estados”, adelantó.
Sobre la situación en Jordania, el monarca señaló que las elecciones del próximo 23 de enero son un instrumento para establecer “gobiernos parlamentarios” en el país, que deberían basarse primero en coaliciones en la cámara y después organizarse en partidos políticos.
Instó a los Hermanos Musulmanes y a otros partidos opositores a abandonar su decisión de boicotear la votación porque “el volumen del cambio dependerá del tamaño de la participación en las elecciones”.
El rey Abdalá pidió una “institucionalización” de la oposición para que pueda ejercer el papel de supervisor y formar “gabinetes en la sombra”, como es el caso de las democracias establecidas.