“El mecanismo de monitoreo y verificación del cese al fuego y hostilidades, acredita que no le fallamos a Colombia, hoy dejamos las armas”, dijo el líder guerrillero, conocido como Timochenko, durante el acto en Mesetas, en el centro del país, presidido también por el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de la misión de la ONU, Jean Arnault, que verificó el desarme.
“Adiós a la guerra, adiós a las armas. Bienvenida la paz”, exclamó Timochenko, ante la cúpula de las FARC y centenares de ahora excombatientes.
La víspera, el grupo rebelde completó la entrega a la misión de la ONU en Colombia de 7.132 armas individuales en las 26 zonas donde están concentrados casi igual número de combatientes, informó el organismo.
El acto, que se celebró en el mismo lugar que hace más de medio siglo vio a la guerrilla marxista consolidarse, fue fruto del acuerdo de paz suscrito tras cuatro años de negociaciones en Cuba.
El conflicto armado colombiano ha dejado 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.