Las pruebas genéticas confirmaron la presencia de una cepa H5 del virus en una granja de la prefectura de Yamaguchi, en el suroeste de la isla principal de Honshu, cuyo propietario había señalado el lunes la muerte repentina de una veintena de aves, según el ministerio de Agricultura.
Se estableció un cordón sanitario de 10 km alrededor de la granja afectada y se prohibió transportar pollos fuera de esta zona.
Medidas similares fueron tomadas el lunes en Miyazaki (isla meridional de Kyushu), donde se detectó otro foco y 42.000 pollos tuvieron que ser sacrificados. Un caso precedente fue descubierto a mediados de diciembre a 100 km de distancia, en la misma prefectura, por primera vez desde abril (4.000 aves sacrificadas).
Las autoridades japonesas alertan regularmente a los granjeros del riesgo de infección, al recordar que esta enfermedad continúa presente en Asia.