El ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, explicó que, con base en la ley de inmigración, las autoridades rechazaron las solicitudes de estas once personas para acceder a Japón porque no consideraron válidos el objeto de entrada y las actividades a desempeñar en el país especificadas en los documentos.
Los activistas de Sea Shepherd han tratado de boicotear regularmente las campañas de pesca de ballenas de Japón en el Océano Antártico y también la caza de delfines que se realiza cada año en la localidad de Taiji, en la prefectura de Wakayama (oeste del país).
Aunque Suga no quiso especificar más detalles sobre el caso, en las declaraciones recogidas por la cadena pública NHK, todo apunta a que la Oficina de Inmigración rechazó las solicitudes de entrada por las sospechas de las autoridades niponas de que los once integrantes de Sea Shepherd tratarían de sabotear la campaña en Taiji, que concluye en abril.
La caza de delfines y otros cetáceos en Taiji ganó notoriedad a nivel internacional al ser retratada en el film estadounidense The Cove, ganador en 2009 del Óscar a mejor documental, y desde entonces se han intensificado las críticas por su crueldad.
La mayoría de ejemplares son arponeados y destinados al consumo humano, principalmente en el mercado nipón, mientras que una pequeña parte son capturados vivos y vendidos a zoos y acuarios de todo el mundo.
Las autoridades locales y el Gobierno de Japón defienden la captura de cetáceos por su valor tradicional y como parte de la cultura gastronómica nipona.