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En la primera vuelta, el conjunto de la izquierda (el Partido Socialista —PS—, sus aliados ecologistas y el Frente de Izquierda) obtuvo 46,77% de los votos, la derecha conservadora (UMP, mayoritaria en la Cámara Baja saliente, y sus aliados) 34,07%, y el Frente Nacional (FN, extrema derecha) un 13,6%. La tasa de participación fue de solo 57,23%.
Según las proyecciones realizadas por los institutos de sondeo a partir de los resultados de la primera vuelta, los socialistas obtendrían el domingo próximo entre 283 y 329 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), y podrían incluso no necesitar el apoyo de sus aliados ecologistas (entre 10 y 15 diputados) ni el de la izquierda radical.
Electo el 6 de mayo, Hollande tiene pues grandes posibilidades de obtener la “mayoría amplia, sólida y coherente” que pidió para poder llevar a cabo su programa de gobierno.
“El encuentro aún no ha terminado, pero el ’try’ del 6 de mayo parece en camino de ser convertido”, declaró al canal France 2 la portavoz del gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, recurriendo al rugby como metáfora.
La portavoz volvió a exhortar a los franceses a darle una mayoría amplia al jefe del Estado, pero agregó que los socialistas gobernarían con sus aliados si no obtuvieran la mayoría absoluta.
Por su parte, la derecha francesa, todavía conmocionada por la derrota de Nicolas Sarkozy en la presidencial, resistió bien en las legislativas, pero la competencia de la extrema derecha le disipa toda esperanza de ganar la segunda vuelta, ni siquiera por estrecho margen.
La Unión por un Movimiento Popular (UMP) y sus aliados tendrían tras la segunda vuelta entre 210 y 263 diputados, según los institutos de sondeo.
Pero las modalidades de las legislativas francesas permiten el mantenimiento de más de dos candidatos y el Frente Nacional puede hacerlo en varias decenas de circunscripciones, convirtiéndose en árbitro de la victoria de la derecha en muchos de esos distritos.
La presidenta del FN, Marine Le Pen, que reivindica la condición de “tercera fuerza política de Francia” para su partido y aboga por una “recomposición” de la derecha, anunció el lunes que sus candidatos se mantendrán en todas las circunscripciones en las que su partido puede acceder a la segunda vuelta.
Tras una reunión del buró político de su partido, Le Pen anunció el lunes por la tarde consignas de voto en casos particulares de candidatos de la UMP o del PS, en los distritos en los que no puede mantenerse.
Marine Le Pen llamó a derrotar a dos socialistas, entre ellos el ex ministro de Cultura Jack Lang, y a cuatro UMP, entre éstos los ex ministros del gobierno de Sarkozy Nathalie Kosiuscko-Morizet y Xavier Bertrand.
Los dirigentes de la UMP se reunieron también el lunes y adoptaron como posición un “ni-ni” , ni izquierda ni FN, en los distritos en que un candidato de izquierda esté solo en liza contra uno del FN, informaron fuentes del partido.
Esta línea, que ya fue adoptada en la segunda vuelta de las elecciones cantonales de 2011, constituye una semivictoria para el FN, ya que equivale a poner en el mismo plano la izquierda y la extrema derecha.
La dirección de la UMP pidió a “todos sus candidatos” calificados para la segunda vuelta que se mantengan.
“Está descartado llamar a votar por el FN y también por el candidato socialista”, dijo el secretario nacional de la UMP, Jean-François Copé, que había declarado antes que “no habrá alianza con el FN”.
La UMP optó por dirigirse a los electores del FN, advirtiéndoles que “volver a votar por el FN en la segunda vuelta puede hacer ganar a la izquierda”.
Por su parte, el Partido Socialista había llamado poco antes a la derecha a retirar sus candidatos que no estén en posición de ganar cuando haya triangulares UMP-FN-PS, para impedir la victoria de la extrema derecha, y anunció que los suyos adoptarán esa posición el domingo próximo en la segunda vuelta de las legislativas.
“Exhorto a la UMP a ser clara. Estamos en una República, muchos nos miran en Francia, pero también en Europa. Creo que hay que ser claros cuando se defiende un cierto número de valores y cuando se quiere ser dignos de nuestro país”, declaró Martine Aubry, primera secretaria del PS.