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Varios manifestantes tiraron el sábado conchas de moluscos frente al Parlamento italiano, y acusaron a los políticos de exprimir a los trabajadores con un paquete de austeridad mientras se aferran a sus privilegios como mejillones pegados a las peñas.La marcha de varios cientos de personas estaba liderada por el popular cómico italiano Beppe Grillo, que se ha convertido en una figura de culto contra las autoridades debido a sus campañas opositoras al primer ministro Silvio Berlusconi y al Gobierno de centro-derecha.
"Voy a tirar esto aquí, en el mayor de los vertederos de mejillones, es decir, nuestro Parlamento. Espero que en algún momento se vayan", comentó Grillo mientras dirigía a los manifestantes al Parlamento desde una protesta en la cercana plaza Navonna.
Las conchas de mejillón tenían escritos los nombres de parlamentarios. Los italianos han estado pidiendo cada vez más que la clase política se lleve su ración de sufrimiento y renuncie a ventajas y privilegios, como las comidas o cortes de pelo subvencionados, vuelos gratis y generosos beneficios de pensiones y salud.
La Cámara baja del Parlamento empezará a debatir el lunes el paquete revisado de medidas de austeridad diseñado por el Gobierno y valorado en 54.000 millones de euros, antes de someterlo a votación a lo largo de la semana.
El programa, que pretende equilibrar el presupuesto para el 2013, fue aprobado el miércoles en el Senado tras una creciente presión sobre los bonos del Gobierno italiano y una impaciencia cada vez mayor entre los socios europeos de Roma.
El paquete, acordado después de muchos cambios, incluye un aumento del 1 por ciento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), ajustes a las normas de pensiones y un gravamen especial del 3 por ciento sobre las rentas de más de 300.000 euros, así como recortes en el gasto del Gobierno.
"Voy a tirar esto aquí, en el mayor de los vertederos de mejillones, es decir, nuestro Parlamento. Espero que en algún momento se vayan", comentó Grillo mientras dirigía a los manifestantes al Parlamento desde una protesta en la cercana plaza Navonna.
Las conchas de mejillón tenían escritos los nombres de parlamentarios. Los italianos han estado pidiendo cada vez más que la clase política se lleve su ración de sufrimiento y renuncie a ventajas y privilegios, como las comidas o cortes de pelo subvencionados, vuelos gratis y generosos beneficios de pensiones y salud.
La Cámara baja del Parlamento empezará a debatir el lunes el paquete revisado de medidas de austeridad diseñado por el Gobierno y valorado en 54.000 millones de euros, antes de someterlo a votación a lo largo de la semana.
El programa, que pretende equilibrar el presupuesto para el 2013, fue aprobado el miércoles en el Senado tras una creciente presión sobre los bonos del Gobierno italiano y una impaciencia cada vez mayor entre los socios europeos de Roma.
El paquete, acordado después de muchos cambios, incluye un aumento del 1 por ciento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), ajustes a las normas de pensiones y un gravamen especial del 3 por ciento sobre las rentas de más de 300.000 euros, así como recortes en el gasto del Gobierno.