Muchos autobuses, metros y tranvías de Roma quedaron fuera de funcionamiento durante toda la jornada, excepto las franjas de servicios mínimos comprendidas entre las 5:30 y las 8:30 locales (4:30-7:30 GMT) y las 17:00 y 20:00 locales (16:00-19:00 GMT).
En la capital hubo algunos retrasos en la línea de autobuses y el metro permaneció clausurado, lo que provocó que se produjesen atascos en diferentes puntos.
La convocante Unión Sindical de Base (USB) calificó de “éxito” esta protesta contra “el ataque indiscriminado al mundo del trabajo, las nuevas formas de precariedad, las políticas de privatización de las empresas públicas y el aumento de la edad de jubilación”.
En el caso de Roma, aseguró que se pararon el 95% de los medios de transporte urbano.
Se vivió una jornada especialmente complicada en Venecia, donde muchos usuarios de los medios de transporte se quedaron a primera hora en tierra por el parón de los trabajadores de las embarcaciones que cruzan la laguna, según recogen los medios locales.
En Milán la huelga afectó al tranvía y a los autobuses, que estuvieron fuera de servicio entre las 8:45 y las 15:00 locales, mientras el metro funcionó con normalidad y los trenes regionales vieron reducida su frecuencia, aunque no se registraron mayores incidentes.
Los trenes de alta velocidad funcionaron con normalidad y solo se produjeron algunas incidencias en los regionales, según los medios.