“Por ahora no vemos ningún cambio sustancial, se trata de un asunto técnico administrativo, ya que como observadores no pueden demandar a Israel”, dijeron fuentes diplomáticas israelíes que pidieron el anonimato.
La Asamblea de los Estados Partes de la Corte Penal Internacional (CPI) reconoció ayer a Palestina como Estado observador, un paso que a priori facilitaría su posible adhesión al tribunal, con sede en La Haya.
Hasta ahora, Palestina participaba en las reuniones de la CPI como una “entidad observadora”, a pesar de que desde 2012 está reconocida por la Asamblea General de la ONU como Estado observador no miembro.
En declaraciones a EFE, el embajador palestino en Naciones Unidas, Riyad Mansur, explicó que la medida supone que “ya no hay ninguna duda dentro de la CPI sobre nuestro estatus como Estado”. Israel considera sin embargo que los palestinos “están haciendo una montaña de un granito de arena” y que en la práctica no ha ocurrido más que “un pequeño cambio técnico”.
“Ahora los palestinos están en una situación de lujo. Ellos dicen que quieren ser parte del acuerdo, pero en el momento en que lo sean serán legalmente responsables de lo que ocurre en su territorio, de los atentados y del disparo de cohetes que disparan”, explicaron las fuentes que pidieron el anonimato.
Y subrayaron que, si en el futuro Palestina pidiera ser parte de ese acuerdo internacional, “el peligro sería más grande para ellos que para nosotros”.