Las viviendas habían recibido órdenes de demolición por estar demasiado cerca del muro de separación israelí y no contar con licencias de construcción, según la agencia palestina de noticias Maan.
El director de la oficina de medios de Qalandia, Bahi Jatib, señaló a Efe, sin embargo, que las casas fueron derribadas en virtud de un nuevo plan israelí para abrir un acceso en el muro que comunique con la carretera que va hacia Ramala.
Las demoliciones derivaron en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y residentes de la localidad palestina, que trataron de impedirlas y lanzaron piedras y otros objetos, mientras los agentes usaban gases lacrimógenos y granadas sonoras.
El Ejército israelí negó a Efe que sus fuerzas hubieran llevado a cabo ninguna operación en la zona, mientras que la Policía declinó contestar y la Alcaldía de Jerusalén aseguró “no poder informar por no estar involucrada” en este asunto.
Fuentes médicas confirmaron a Efe que al menos tres palestinos resultaron heridos en los choques que siguieron a la demolición y, según asegura Maan, entre ellos figura el líder del Consejo Local de Qalandia, Yusef Awadallah, que fue hospitalizado.