“Hemos encontrado otro túnel de ataque del Hezbolá bajo la frontera entre Líbano e Israel”, afirmó a la prensa el teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz del ejército. “Según nuestra evaluación, no hay más túneles transfronterizos” , añadió.
La entrada del último túnel localizado, el sexto hasta la fecha, se encuentra en la localidad libanesa de Ramyeh, situada a 800 metros del territorio israelí. Se trata del túnel más profundo -está cavado a 55 metros bajo tierra y se extiende sobre varias decenas de metros en el subsuelo israelí- “el más largo y el más completo” de los túneles descubiertos por el ejército desde el lanzamiento el 4 de diciembre de la operación “Escudo del Norte”, agregó el portavoz.
Esos túneles debían ser utilizados por el Hezbolá para secuestrar o asesinar a soldados o civiles israelíes y ampararse de una franja del territorio israelí en el caso de un conflicto con Israel, según las autoridades israelíes. “Hemos logrado el objetivo inicial”, que consistía en descubrir y destruir los túneles, dijo Conricus, que precisó que el último túnel descubierto será destruido en los próximos días.
Los túneles hallados anteriormente fueron destruidos con explosivos o sellados con materiales impermeables. Israel afirmó que todas las intervenciones de su ejército tuvieron lugar en su territorio desde el inicio de la operación en la frontera de 80 kilómetros de longitud.
El ejército sigue vigilando “instalaciones” excavadas por el Hezbolá en territorio libanés, precisó Conricus. Los responsables de la fuerza de la ONU en Líbano (FINUL) fueron informados del hallazgo del último túnel, añadió.
El último gran enfrentamiento entre el Hezbolá e Israel se remonta a 2006, cuando 33 días de guerra causaron 1200 muertos de lado libanés y 160 de lado israelí, sin neutralizar al movimiento chiita, blanco de una ofensiva tras el secuestro de dos soldados israelíes. Israel y Líbano siguen técnicamente en estado de guerra, pero la frontera estuvo en relativa calma en los últimos años.
Conricus reafirmó que Israel señalaba al gobierno libanés como responsable “de todo acto de violencia o de cualquier violación de la resolución 1701 de la ONU”, que puso fin a la guerra de 2006. Israel construye actualmente un muro en la frontera para frenar cualquier intento de incursión del Hezbolá.
El movimiento es el único que sigue armado tras la guerra civil de Líbano (1975-1990). La hostilidad persistente entre Israel y el Hezbolá se manifestó igualmente en Siria, donde el movimiento libanés e Irán, otro enemigo del Estado hebreo, se aliaron al régimen de Bashar al Asad. Israel atacó varias veces convoys de armas destinados al Hezbolá y a los intereses iraníes en Siria.
El último ataque tuvo lugar el viernes, cuando la aviación israelí bombardeó “depósitos de armas” iraníes en la zona del aeropuerto internacional de Damasco, anunció el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
El Hezbolá es considerado una organización terrorista por Israel y Estados Unidos, pero solo su brazo armado es clasificado como tal por la Unión Europea.