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Una descarga de disparos que duró unos 30 segundos interrumpió una pausa de varias horas, dijo un testigo de Reuters, que hablaba cerca del centro comercial que tiene varias tiendas de propiedad israelí y es frecuentado por extranjeros y kenianos.
Varios extranjeros, entre ellos dos diplomáticos de Canadá y Ghana, murieron en el ataque del sábado contra el centro Westgate, que se atribuyó el grupo extremista somalí al Shabab.
Poco después de los disparos, soldados con ropas de camuflaje corrían agachados bajo la terraza de un restaurante en la fachada del edificio que estaba llena de clientes cuando los asaltantes entraron.
Un testigo dijo que primero les dijeron a los musulmanes que se marcharan. Cuatro horas después del ataque, los muertos estaban esparcidos por las mesas con comidas sin terminar.
En una hamburguesería, un hombre y una mujer yacían en un último abrazo después de que los mataran y antes de que retiraran sus cuerpos.
La música pop seguía sonando. Decenas de kenianos se congregaron en los alrededores, aguardando por lo que esperaban que fuera un desenlace sangriento.
“Entraron a través de la sangre, así es como saldrán”, dijo Jonathan Maungo, un guardia de seguridad privada.
El presidente Uhuru Kenyatta, que se enfrenta a su primer desafío importante a la seguridad desde las elecciones de marzo, dijo que algunos de sus familiares habían muerto, y prometió derrotar a los extremistas.
“Hemos superado ataques terroristas antes”, dijo. El asalto fue el mayor ataque en Kenia desde que Al Qaeda en el Este de África bombardeó la embajada estadounidense en Nairobi en 1998, matando a más de 200 personas.
En 2002, la misma célula extremista atacó un hotel de propiedad israelí en la costa e intentó derribar un avión israelí en un atentado coordinado.
El ministro del Interior, Joseph Ole Lenku, dijo a periodistas que la cifra de muertos había aumentado a 59, y que las fuerzas de seguridad estaban haciendo todo lo que podían para rescatar a los rehenes que aún estaban en el interior.
Agregó que 175 personas habían sido trasladadas al hospital después de un asalto que podría resultar en un revés costoso para la mayor economía del este de África, que confía en los ingresos por el turismo.
Más de 1.000 personas fueron evacuadas durante la pausa. Entre los muertos había niños, y la edad de los heridos iba desde los 2 a los 78 años. Muchas víctimas estaban en un concurso de cocina cuando los asaltantes abrieron fuego contra ellos, según testigos.
El centro de atención el domingo estaba puesto en el supermercado Nakumatt, una de las mayores cadenas de Kenia.
Soldados se unieron a la operación de seguridad respaldada por vehículos armados en las horas posteriores al ataque se comenzó alrededor de las 12.30 p.m. (0930 GMT) del sábado.
Las fuerzas de seguridad han peinado el centro comercial, despejando los suelos. Mientras los helicópteros sobrevolaban la capital, un oficial paramilitar en el lugar, con un rifle sobre el hombro, dijo: “Estarán organizando cómo atacar (los asaltantes)”.
Una mujer salió el domingo por la mañana después de esconderse debajo de un coche en el sótano.
Le faltaba un zapato y parecía aturdida, mientras llamaba por teléfono a su marido, con el que después se reunió. Francia dijo que dos de sus ciudadanos murieron, y Canadá informó de la muerte de dos canadienses, entre ellos un diplomático de 29 años.
El diplomático y poeta ghanés Kofi Awoonor, también murió, así como una mujer china, según la agencia de noticias oficial china.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que ofreció ayuda a Kenia en el incidente, dijo que varios ciudadanos de EE.UU. habían resultado heridos y que la mujer de un diplomático que trabajaba para la Agencia de Desarrollo Internacional de EE.UU. había muerto.
Al Shabab, que lucha contra los pacificadores kenianos y de otros países africanos presentes en Somalia, ha amenazado repetidamente con ataques en Kenia si Nairobi no retiraba sus tropas del país.
El grupo parecía burlarse de las fuerzas de seguridad, diciendo en su cuenta oficial de Twitter que no habría negociaciones con los oficiales kenianos.
“Diez horas han pasado y los muyaidines todavía son fuertes dentro de #Westgate Mall y todavía tienen terreno”, dijo el grupo a última hora del sábado, aunque su cuenta de Twitter fue suspendida el domingo por la mañana.
Familiares de los rehenes aún atrapados pasaron la noche en una comunidad religiosa cercana, y la gente hacía cola para donar sangre en todo el país, respondiendo a los llamamientos de los medios. Testigos dijeron que los asaltantes estaban armados con rifles AK-47.
La Policía dijo que irrumpieron durante un concurso de cocina para niños organizado por una emisora de radio, justo cuando los ganadores iban a recibir sus premios. Kenia envió tropas a Somalia en octubre de 2011 para perseguir a los extremistas a los que culpaba de secuestrar turistas y atacar sus fuerzas de seguridad.