Irán ya había anunciado cambios en este reactor de agua pesada en construcción para limitar la cantidad de plutonio que produciría, pero los países occidentales quieren que abandone definitivamente el proyecto. “En lo referente a Arak, dijimos que estábamos dispuestos a diseñarlo de tal manera que desapareciera la preocupación. Este tema está solucionado hasta cierto punto en el aspecto técnico y no ha lugar a negociaciones adicionales”, declaró Salehi, jefe de la Organización Iraní de la Energía Atómica (OIEA), citado por la prensa local.
El reactor de agua pesada de Arak, situado a 240 km al sudoeste de Teherán, es uno de los escollos en las negociaciones nucleares con el grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania). Estados Unidos propuso transformarlo en reactor de agua ligera, algo que Teherán rechaza porque asegura que ha sido construido para la investigación. Los responsables iraníes habían asegurado que el reactor, puesto bajo vigilancia de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), sería modificado para limitar la producción de plutonio a un kilo por año, en vez de los ocho previstos inicialmente. Según Teherán, hacen falta unos diez kilos de plutonio para fabricar una bomba atómica.