Según la agencia, el comandante de la Guardia de Fronteras, general Husein Zolfagari, dijo que el cargamento incautado en la frontera oriental del país, en la provincia de Sistán Baluchistán, pesaba 11.039 kilos, de los que 10.693 eran de opio y 346 de hachís.
Zolfagari explicó que la operación se inició hace 18 días y el enfrentamiento armado entre los agentes y los narcotraficantes duró 36 horas.
En el enfrentamiento, un traficante resultó muerto y un número no precisado herido, indicó Zolfagari, quien agregó que consiguieron huir al otro lado de la frontera, sin precisar si a Pakistán o Afganistán, con los que linda Sistán Baluchistán, ni dar más detalles o puntualizar si hubo detenciones.
El 2 de diciembre, la Policía de Irán informó de que había decomisado un alijo de 3.340 kilos de opio y había detenido a varias personas también en la provincia de Sistán Baluchistán.
Afganistán es el principal productor mundial de amapola blanca, de la que se extraen el opio, la morfina y la heroína, que en buena parte salen de ese país por la frontera con Irán, que los traficantes utilizan como paso hacia Europa, los países árabes del golfo Pérsico y las antiguas repúblicas soviéticas.
El pasado año, Irán capturó un 89 por ciento del opio decomisado en el mundo y el 41 por ciento de la heroína y la morfina, según datos de la ONU.
Irán tiene 1,2 millones de drogodependientes y un 70 por ciento de los 22.000 casos de sida confirmados en el país es adicto a drogas inyectables, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Teherán ha solicitado la ayuda internacional para la lucha contra el tráfico de drogas y el propio presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, ha pedido a la OTAN que trabaje para acabar con el opio en Afganistán, que produce el 92 por ciento de esta droga no destinada a uso farmacéutico, conforme a datos de la ONU.