“Aunque evidentemente hay que ser capaz de establecer prioridades en una investigación para darse el máximo de posibilidades de resolverla, no tenemos el derecho de descartar el resto de hipótesis, incluida la mecánica, hasta que no se haya demostrado que el aparato no presentaba ninguna dificultad”, indicó.
Michel, desplazado a Düsseldorf al frente de la misión de enlace que colabora con los gendarmes alemanes, insistió en declaraciones difundidas por la cadena “BFM TV” en que todavía no disponen de todos los elementos técnicos sobre lo sucedido y en que el análisis de la segunda caja negra, si esta llega a encontrarse, será especialmente “esclarecedor”.
El siniestro tuvo lugar el pasado martes poco antes de las 10:00 GMT, cuando ese avión de la filial de bajo costo Lufthansa se estrelló contra los Alpes franceses, presuntamente por una acción deliberada del copiloto, un alemán de 27 años identificado como Andreas Lubitz. “El avión pertenecía a una compañía alemana con tripulación y cierto número de víctimas alemanas, por lo que la policía alemana se ve directamente afectada”, añadió Michel, que aseguró que Francia va a colaborar con ella “con total transparencia”.
La información que consiga Francia, según indicó, será transmitida a Alemania “y viceversa”, lo que permitirá ajustar la investigación conjunta en función de los elementos disponibles. “La dificultad reside ante todo en saber por qué se estrelló el avión en las condiciones en que lo hizo, y en aportar una respuesta a las familias”, apuntó el general, cuyo desplazamiento a Düsseldorf junto con otros dos especialistas franceses se prolongará, según subrayó, “el tiempo necesario”.