La misa de canonización se inició con la entrada del papa Francisco, que en procesión salió de la basílica vaticana para llegar al altar situado en el atrio de la plaza de San Pedro.
Francisco se acercó al papa emérito, su predecesor Benedicto XVI, al que dio un abrazo antes de situarse en el altar.
Los actos habían comenzado una hora antes con el rezo de la Coronilla de la Misericordia, una serie de oraciones que se rezan acompañadas con el rosario, ya que este domingo se celebra la Divina misericordia, fiesta de la Iglesia católica que proclamó el papa Juan Pablo II en honor de la santa polaca Faustina Kowalska.
Se leyeron además textos de los dos papas que serán elevados a los altares y después se rezó la Letanía de los Santos.
La misa estará oficiada por el papa Francisco y concelebrarán con él 150 cardenales llegados de todo el mundo para esta ocasión y 700 obispos.
A la derecha del altar están situados los invitados extranjeros, entre ellos los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía.
El papa emérito Benedicto XVI está sentado a la izquierda del altar, en el sector dedicado a los cardenales concelebrantes, y conversó breves momentos al llega al lugar con el cardenal francés Roger Etchegaray.
Los más cercanos al papa físicamente son el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, el cardenal polaco e histórico secretario de Juan Pablo II, Stanislao Dziwisz, y el obispo de Bergamo, Francesco Beschi, procedente de la ciudad natal de Juan XXIII.
Además, 870 sacerdotes se encargarán de dar la comunión.
Habrá dos lecturas del Evangelio, en polaco e italiano y un salmo leído en italianos.
Las peticiones universales se realizarán en español, árabe, inglés, chino y francés.
Interpretarán los cantos de la ceremonia el Coro de la Capilla Sixtina con el organista español Juan Paradell.
La parte más importante y esperada de la ceremonia será el rito de la canonización, cuando el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, presentará a Francisco “las tres peticiones” de canonización para ambos papas, primero con “gran fuerza”, después con “mayor fuerza ” y, por último, con “ grandísima fuerza”.
A continuación, el papa pronunciará la fórmula: “En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a Juan XXIII y a Juan Pablo II”.
Finalmente Francisco pedirá que los papas sean inscritos en el libro de los Santos.