El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, advirtió en un comunicado de que el número de víctimas mortales aumentará más pues tienen informes de otros muertos que no han incluido porque están en proceso de verificación.
La región norte de Lombok es la más afectada con 273 fallecidos, seguida de Lombok Occidental, con 26; Lombok Oriental, con 11; Mataram, con 7; Lombok Central, con 2; y Denpasar, capital de la vecina isla de Bali, con 2. “Se espera que el número de desplazados también aumente porque no se ha registrado adecuadamente a todos”, añadió Sutopo.
Han resultado derruidos o dañados 67.857 casas, 468 colegios, 6 puentes, 50 oratorios, 20 oficinas, 15 mezquitas y 13 centros sanitarios. El cálculo provisional de los daños de la BNPB ronda los 3 billones de rupias (alrededor de 181 millones de euros).
Sutopo detalló que la asistencia humanitaria y cooperantes siguen llegando a la isla, donde operan “cientos de oenegés y organizaciones comunitarias”. “La asistencia que llega es repartida inmediatamente en los campos de desplazados”, señaló el funcionario indonesio.
Los equipos de búsqueda y rescate siguen con las operaciones para encontrar más supervivientes o cadáveres bajo los edificios derruidos. Lombok ha sufrido más de 451 réplicas desde el terremoto de 6,9 grados del domingo, algunas de ellas fuertes, como la de magnitud 5,9 que sacudió la isla el jueves.
Un seísmo de 6,4 grados golpeó Lombok, situada junto a la falla de las Flores, el 29 de julio pasado y causó 16 muertos, 355 heridos y 1.500 edificios dañados. Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.