A sólo dos días de concluir la presente sesión legislativa, el Senado se unió a la Asamblea del estado, ambos de mayoría demócrata, que la pasada semana también dio su aprobación al proyecto, que ha contado con el visto bueno de sectores económicos, sindicatos, activistas, miembros de agencias del orden y del propio gobernador Cuomo.
El proyecto, conocido también como “La ley luz verde” (The Green Light Bill, en inglés) y que durante años han reclamado inmigrantes, fue presentado como una garantía para “mejorar la seguridad de las carreteras de Nueva York, impulsar la economía estatal y proteger a los trabajadores neoyorquinos y sus familias”. Una vez sea firmado por el gobernador, Nueva York se unirá a doce estados, Puerto Rico y el distrito de Columbia que ya han tomado ese paso, mientras que Oregón, Wisconsin y Nueva Jersey podrían sumarse a esa iniciativa. Cuomo había pedido a la procuradora general del estado, Bárbara Underwood, que revisara si existen conflictos legales en el proyecto para asegurar que el Gobierno federal no tenga acceso a la base de datos de los indocumentados que soliciten su carné de conducir.
“Si creas una licencia de conducir para indocumentados te tienes que asegurar que los federales no vengan al día siguiente y accedan a la base de datos”, había indicado el gobernador previo a pedir la opinión de Underwood. Recuerda la carta que en otros estados el gobierno federal ha tenido acceso a la base de datos del Departamento de Vehículos de Motor.
California comenzó a otorgar carnés de conducir a indocumentados en el 2005 pero el número de solicitantes se redujo luego de que saliera a la luz pública de que agentes de Inmigración habían ido a arrestar indocumentados a sus hogares. El pasado abril, la asambleísta Lorena González sometió un proyecto de ley que fue aprobado para proteger la privacidad de los conductores evitando que agencias federales como Inmigración tengan acceso a la base de datos. No obstante, Cuomo indicó a través de su asesor Alfonso David que debido a que Underwood no ha emitido ningún comentario sobre este importante proyecto y basado en la opinión de la fiscal general del estado, Letitia James, quien asegura que la medida “es constitucional”, procederá a firmar el proyecto, de la autoría del senador puertorriqueño Luis Sepúlveda, para convertirlo en ley.
“Esperamos que la evaluación de la fiscal general sea correcta por la seguridad de miles de indocumentados que confían en su opinión legal , indicó David. James aseguró en un comunicado previo a la votación del Senado que la medida “está bien diseñada y contiene amplias protecciones para todos aquellos que soliciten licencias de conducir”. “Si este proyecto de ley se promulga y luego se impugna en un tribunal, lo defenderemos enérgicamente”, aseguró la fiscal del Estado, quien sin embargo aclaró que no emitirá ninguna opinión sobre las acciones que el gobierno federal pueda o no tomar.
Por su parte, la presidenta del Senado, Andrea Stewart-Cousins, afirmó que se trata de una “necesitada legislación” y que es "el paso correcto para Nueva York a medida que continuamos abogando por una abarcadora reforma de inmigración a nivel federal. Antes de los atentados contra las Torres Gemelas, en 2011, los indocumentados podían conducir en este estado pero un año después el gobernador George Pataki impuso el requisito de presentar el documento del seguro social para sacar o mantener la licencia de conducir, lo que llevó a que miles perdieran el permiso.