Rama Kunwar, de 30 años, se había fugado hacía ocho años para casarse con un hombre que no formaba parte de su casta y el viernes había vuelto a su pueblo natal, donde esperaba ser perdonada por su familia.
Pero cuando estaba visitando a sus suegros, sus hermanos irrumpieron en la casa, la sacaron a rastras y la quemaron viva delante de otros habitantes del pueblo.
“Pensaba que sus padres la aceptarían. Pero cuando sus hermanos supieron que estaba en el pueblo, corrieron hacia la casa y la sacaron a rastras” , dijo a la AFP Brijran Singh, un responsable del distrito de Dungarpur.
“Gritó pidiendo ayuda pero no vino nadie. La enterraron esa misma noche para destruir las pruebas” , explicó.
Finalmente la suegra de la víctima logró avisar a la policía, que llegó al lugar del entierro y apagó a tiempo la pira funeraria para recoger pruebas del crimen.
Uno de los hermanos y otros seis hombres han sido detenidos y las autoridades siguen buscando a más sospechosos, indicó Singh.
Estos llamados “crímenes de honor” son frecuentes en India, principalmente en zonas rurales, donde las familias intentan de esta manera proteger lo que consideran su honor y su reputación dentro del sistema de castas.