Pakistán pidió inmediatamente a India que le comunique esa información.
Abu Hamza, también conocido como Sayed Zabiudin, un indio miembro del grupo islamista radicado en Pakistán Lashkar e Taiba (LeT), fue detenido el 21 de junio en el aeropuerto internacional de Nueva Delhi, procedente de Oriente Medio.
Durante tres días, del 26 al 29 de noviembre de 2008, un comando de diez hombres armados hasta los dientes sembró la muerte en hoteles de lujo de Bombay, en un restaurante turístico, en la principal estación ferroviaria y en un centro judío, causando 166 muertos y más de 300 heridos.
Se sospecha que Abu Hamza dio instrucciones por teléfono desde Karachi (sur de Pakistán) a los miembros del comando que se encontraban en el lugar.
Según el ministro del Interior indio, P. Chidambaram, el interrogatorio de Hamza confirmó las acusaciones de India sobre una implicación del estado paquistaní.
“El argumento de que detrás de la masacre había actores no estatales ya no es válido. Él (Hamza) confirmó que se hallaba en la sala de control (y) esto confirmó nuestras sospechas de que hubo una acción organizada”, declaró el ministro a periodistas en el estado sureño de Kerala.
“Cuando digo ’actores estatales’ no apunto a ninguna agencia en particular. Pero hubo claramente un apoyo estatal o de actores estatales”, añadió.
A menudo se acusa a los servicios de inteligencia paquistaníes (ISI) de colusión con grupos radicales islamistas como el LeT, e incluso de instrumentalizarlos con fines estratégicos.
Pakistán siempre desmintió estas acusaciones y procesó a siete personas por su presunta participación en los atentados, pero sus juicios, iniciados en 2009, fueron postergados varias veces.
Este miércoles Islamabad pidió a India que comparta con él su información sobre Hamza para permitirle, si se diera el caso, “tomar medidas”, y le pidió que no le acuse por adelantado.
“Dejemos de acusarnos el uno al otro... Debemos combatir juntos el terrorismo”, recalcó el ministro del Interior paquistaní, Rehman Malik.