“Se encuentra imputado por facilitar el arma Bersa calibre .22 hallada en el departamento de Alberto Nisman”, indicó la Fiscalía encabezada por Viviana Fein a través de un comunicado.
El Código Penal prevé penas de entre uno y seis años de prisión al que “entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario”.
Lagomarsino relató a Fein que prestó su arma a Nisman cuando el fallecido fiscal le contó que temía por su seguridad.
La fiscal que investiga la muerte de Nisman dictó el pasado domingo una restricción para evitar que Lagomarsino abandone el país y actualmente “está evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación”.
Lagomarsino, experto informático y uno de los más estrechos colaboradores de Nisman en la investigación del atentado contra la mutual judía AMIA, es el primer imputado en la causa por el fallecimiento del fiscal federal, que continúa caratulada como “muerte dudosa”.
Nisman fue hallado muerto de un tiro en la cabeza el pasado 18 de enero, sólo cuatro días después de haber denunciado a la presidenta, Cristina Fernández y al canciller, Héctor Timerman por los delitos de “encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional”.
Según sostenía Nisman, la denuncia se basa en evidencias reunidas mediante escuchas telefónicas sobre las maniobras del Gobierno argentino para “librar de toda sospecha a los imputados iraníes” y “fabricar la inocencia de Irán” en el atentado contra la AMIA en 1994, que causó 85 muertos.