La firma se produjo en la catedral de San Jorge, a orillas del Cuerno de Oro, en presencia de Epifanio, el metropolitano de la recién creada Iglesia ortodoxa autocéfala de Ucrania, y del presidente de ese país, Petró Poroshenko.
Tras esta firma que sella la escisión, la ceremonia oficial de entrega del “tomos” con la rubrica de Bartolomé I tendrá lugar mañana en Estambul, capital espiritual del cristianismo ortodoxo desde el Imperio Bizantino.
La Iglesia ortodoxa de Ucrania estaba vinculada a la de Rusia desde 1686 y a los intentos de separación ha respondido la jerarquía ortodoxa de Moscú con una férrea oposición.
Epifanio ha rechazado las acusaciones de que la concesión de la autocefalia se deba a motivos políticos y afirmó que su país “iba en esa dirección durante los últimos 30 años”.
La búsqueda de esa independencia, en cualquier caso, se ha intensificado tras la anexión por parte de Rusia de la península ucraniana de Crimea y el apoyo de Moscú a milicias separatistas en el este de Ucrania.
El presidente ucraniano había afirmado anteriormente que la “autocefalia es un acontecimiento de una importancia similar a la aspiración a ingresar en la Unión Europea y la OTAN”, mientras sus detractores le acusaron de impulsar el cisma con fines electorales dada su baja popularidad y la proximidad de comicios presidenciales.
Con todo, el metropolitano de Kiev señaló que para el funcionamiento de la nueva institución es “muy importante” la “buena sintonía” con el Estado.
Mientras, al referirse directamente a la Iglesia ortodoxa rusa que rechaza reconocer la separación de la Iglesia ucraniana del Patriarcado de Moscú, Epifanio aseguró que es consciente de que habrá muchos fieles que prefieran continuar acudiendo a sus templos.
“No tenemos nada en contra de eso. Todos deben poder elegir su centro religioso voluntariamente”, declaró en una entrevista con el canal internacional alemán Deutsche Welle.
Finalmente, confió en que dentro de un año la nueva Iglesia ucraniana reforzará sus posiciones al ser reconocida por otras iglesias , consiguiendo de esa forma la “unidad” y la “fuerza” necesarias para seguir “sirviendo al Señor y al pueblo” ucraniano.