La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) dijo en un comunicado que “se alegra por la apertura al diálogo, único camino posible para encontrar soluciones justas y razonables, porque la violencia, venga de donde venga, es siempre destructiva”.
El lunes, Correa anunció su decisión de retirar “temporalmente” del Congreso, controlado por el oficialismo, dos proyectos para elevar impuestos a las herencias y a la plusvalía, tras una semana de fuertes manifestaciones opositoras que exigen su salida del poder.
El mandatario afirmó que desistió de seguir adelante con el trámite legislativo de las propuestas - rechazadas por grupos empresariales, alcaldes y sectores ricos y de clase media - para preservar el “ambiente de paz” previo a la visita a Ecuador del sumo pontífice, del 5 al 8 de julio.
“Para evitar que estos grupos provoquen más violencia (...) he decidido retirar temporalmente los proyectos de ley y abrir un gran debate, invitar a un gran debate nacional” sobre estas iniciativas, declaró Correa.
La iglesia indicó que “el Papa viene a traernos un mensaje de paz, unidad y esperanza necesarias para construir una sociedad más justa y solidaria en nuestro país” y exhortó a todos los sectores a “mantener en forma permanente este diálogo”.
El presidente de la CEE, monseñor Fausto Trávez, manifestó a la prensa que los obispos planeaban solicitar al mandatario que suspenda el trámite de los proyectos tributarios, que generaron manifestaciones opositoras en varias ciudades al grito de “¡Fuera Correa, fuera!”.
“La iglesia Católica iba a pedir justamente lo que él (Correa) hizo, que suspenda” , añadió el prelado, apuntando: “Depongamos nuestra actitud de prepotencia (...) y empecemos a dialogar”.
El gobernante enfrenta el rechazo por el proyecto para la “redistribución de la riqueza”, que prevé un aumento progresivo del impuesto a las herencias a partir de los 35.400 dólares, es decir, que a mayor patrimonio mayor tributo, que debía ser aprobado por el Parlamento en julio.
Otra de las iniciativas que es rechazada fija nuevos impuestos a la plusvalía, la ganancia extraordinaria que adquieren terrenos privados por inversiones estatales.