Nacido en la capital francesa y de 29 años, Mostefai fue identificado por el hallazgo del trozo de un dedo en la sala de fiestas.
La información fue divulgada por el diputado y alcalde de Chartres, Jean-Pierre Gargantas, y confirmada por Le Monde. El padre y el hermano del terrorista identificado han sido interrogados por la policía, que registró sus domicilios en París para encontrar elementos del entorno, indicó el sábado la televisión “BFMTV”, que citó fuentes de la investigación.
La noche del viernes, 13 de noviembre, Mostefai fue uno de los tres hombres, armados con fusiles Kalashnikov y con chalecos explosivos, que dispararon contra las decenas de personas que había en el interior de Bataclan y se inmolaron durante un concierto.
Según el diario, Mostefai posiblemente viajó a Siria durante varios meses en el invierno de 2013-2014. Un trozo de un dedo seccionado por la explosión y encontrado por los investigadores hizo que Mostefai sea el único miembro del comando identificado hasta ahora.
Nacido en 1985 en los suburbios de París, este “joven padre de raíces argelinas” tenía “dos hermanos y dos hermanas”, según el Diario de Centro, citado por Le Monde.
Mostefai había sido condenado varias veces por delitos comunes entre 2004 y 2010, según la fuente periodística. El sábado, el fiscal de parís, Francois Molins, informó de que un delincuente común francés fue uno de los terroristas autores del asalto sobre la sala de conciertos Bataclan.
Divididos en tres equipos y pertrechados con un material bélico similar, los siete terroristas suicidas que masacraron a 129 personas en París actuaron “muy coordinados” y a las órdenes del Estado Islámico (EI) , según las primeras conclusiones presentadas por el fiscal Molins.
Los seis diferentes ataques se llevaron a cabo en apenas unos minutos, los que transcurrieron entre las 21.20 hora local (20.20 GMT) y las 21.53 hora local (20.53 GMT), cuando los terroristas tirotearon contra bares de una concurrida zona de la capital e hicieron detonar sus cinturones de explosivos.
Solo se prolongó la toma de rehenes en Bataclan, hasta más allá de la medianoche, cuando la policía lanzó su asalto final. El rastro de estos ataques dejó, según el último balance provisional, al menos 129 muertos y 352 heridos, de los cuales 99 continúan muy graves.
La primera explosión causó la muerte de un terrorista suicida y de otra persona por la metralla, junto al Stade de France, en la periferia parisina, donde Francia y Alemania disputaban un partido amistoso.
Cinco minutos después, dos individuos abrieron fuego de manera indiscriminada contra las terrazas de los bares “Le Carrillon” y “Petit Cambodge” en la calle Alibert, cerca del canal de Saint Martin, a varios kilómetros del estadio de fútbol.
Los terroristas llegaron en un coche y mataron a 15 personas, mientras que otras diez resultaron gravemente heridas.
A las 21.30 (20.30 GMT), una nueva explosión en la puerta H del estadio mató a un segundo suicida. Iba equipado, como el resto de todos los implicados en la masacre, con un cinturón confeccionado con explosivos rudimentarios y altamente volátiles.
Solo dos minutos después, un nuevo tiroteo perpetrado por dos individuos equipados con armas automáticas a bordo de un Seat negro junto al bar “A la bonne bière” provocó la muerte de cinco personas y la evacuación de ocho heridos de extrema gravedad.
Otro tiroteo, contra un local en la calle Charonne (19 muertos, 9 heridos graves) , y dos explosiones suicidas más, en el céntrico bulevar Voltaire y junto al Stade de France, fueron el preludio del masivo secuestro de cientos de personas en la sala Bataclan.
Los tres terroristas que tomaron el local hicieron continuas alusiones a Siria e Irak y dispararon ráfagas de Kalashnikov contra el público que se hallaba en el foso de la sala.
La intervención de las fuerzas especiales de la policía francesa acabó con el asalto y con la vida de los terroristas -dos de los cuales detonaron sus cinturones explosivos- sobre las 00.20 (23.20 GMT) .
Junto al Stade de France, las fuerzas de seguridad hallaron también un pasaporte sirio, de un joven nacido en 1990 que, según Molins, no estaba fichado por los servicios de inteligencia franceses.
Uno de los vehículos utilizados por los terroristas, un Volkswagen Polo negro matriculado en Bélgica, fue alquilado por un francés residente en ese país, que posteriormente, tras ser detectado en la frontera belga fue detenido junto a otras dos personas en la región de Bruselas.
El Estado Islámico, recordó Molins, ha reivindicado a través de un vídeo, un comunicado y un montaje sonoro los actos terroristas.