“Durante la noche empezaron las obras para erigir el cierre material de la frontera. Parece que no podemos contar con la ayuda de nadie” , declaró Orban en una entrevista con la radio pública después de que miles de migrantes entraran en Croacia desde el jueves.
“Seiscientos soldados están ya en la zona, otros 500 llegarán durante la jornada y varios centenares más a lo largo del día. Doscientos policías han sido asignados a la frontera”, precisó.
“La ruta de los Balcanes del oeste todavía existe. El hecho de que la frontera serbo-húngara esté ahora cerrada no ha impedido nuevas llegadas”, señaló el jefe de gobierno conservador.
Según la policía, 453 migrantes, en su mayoría sirios y afganos, entraron ilegalmente en Hungría desde Croacia el jueves.