“Hay un paro programado por 48 horas hasta el sábado”, dijo al canal TN uno de los dirigentes gremiales, Martín Taborda. El alcance de la protesta aún era impreciso, al no haber información de las autoridades en los principales aeropuertos, entre ellos el Aeroparque de Buenos Aires (doméstico) y el de Ezeiza (internacional).
La empresa estatal Aerolíneas Argentinas informó en un comunicado que “ante la medida de fuerza de Controladores Aéreos, la programación de los vuelos se podría ver afectada por demoras y/o cancelaciones”. El sindicato Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) anunció el paro. La flamante Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), de la órbita estatal, indicó en una declaración que el paro “responde únicamente a una puja de poder entre gremios”.
ATE dijo que “la huelga de los trabajadores llega en respuesta a la grave situación que atraviesa el sector, con pérdida de la estabilidad laboral y salarial”. La huelga fue declarada en un contexto nacional de fuerte tensión social por despidos, una inflación de 40% anual y un aumento de 200% a 2.000% en las tarifas de luz, gas y agua dispuestos por el gobierno con el argumento de que estuvieron retrasadas durante varios años.